Cultura

XXXII FESTIVAL INTERNACIONAL EN EL CAMINO DE SANTIAGO

‘Ilerda Antiqua’, una propuesta musical con múltiples disciplinas

Tras trece años, la formación continúa ofreciendo música y experiencias que envuelven a todos los espectadores

María Altadill, Mezzo-Soprano
María Altadill, Mezzo-Soprano
S.E.

Ilerda Antiqua nace a partir de un encargo del área de Historia del Arte, de la Universidad de Girona, con el profesor Joan Bosch a la cabeza. Tal propuesta consistía en un concierto basado en las diferentes partituras que aparecen en los cuadros de Caravaggio, así como interpretar las músicas que pudo escuchar el pintor italiano en los palacios y las calles de la Italia de su tiempo.

Trece años después de su primer concierto, Ilerda Antiqua, bajo la dirección de Maria Altadill, continúa su camino ofreciendo no solo música, sino experiencias que envuelven al espectador en la historia y la literatura, en el arte y la filosofía, que fueron el marco de las creaciones musicales que ofrecen en sus conciertos.

A cargo del clavecín y la dirección, se encuentra Simone Guillì. Nació en Roma y se graduó con la máxima calificación y honores en piano. Estudió música antigua y clavecín con los maestros Ottavio Dantone y J. B. Christensen en la Schola Cantorum Basiliensis. Se graduó también en clavicémbalo en la G. Verdi en Milán y posteriormente se licenció en Letras en la Universidad La Sapienza de Roma.

Gullì colabora con la Orquesta Cherubini de Piacenza. Como solista participa en varios festivales y salas de concierto, entre ellos el Konzerthaus en Viena, Orquesta Santa Cecilia de Roma, Maggio Musicale Florentino; también ha tocado como continuista en los más importantes festivales de música antigua: Halle, Beaune, Cracovia, cuatro ediciones del Festival de Salzburgo (2007−2010) y muchos otros. 

Grabó para la televisión alemana, Radio Suiza Italiana, Polska Radio, ORF y Radio Vaticana; ha grabado para los sellos discográficos como Decca, RRM y Deutsche Grammophon, entre otros, como continuista bajo la dirección de directores y Claudio Abbado, Kurt Masur, M. Letonja, C. P. Flor, FM Sardelli, A. De Marchi, D. Fasolis, Ottavio Dantone y Riccardo Muti.

Además de Altadill y Guillì, el conjunto lo forman Farran Sylvan James, concertino; Irantzu Zuasti, violín II; Jordi Armengol, viola; Santi Mirón, viola de gamba, y Oriol Martí, contrabajo.

Una mirada histórica

Los siglos XVII y XVIII son la época dorada de los carnavales, y de una Venecia evocada por la pintura de los mejores pintores de la república adriática y la música de Antonio Vivaldi (1678−1741). El increíble aumento de viajeros a la ciudad, atraídos por los festejos y la música, hizo necesario alargar la duración del carnaval, llegando, en un momento dado, a dilatarse hasta seis meses. En aquellos días y noches, la máscara no era una opción sino una obligación. Aunque primaba el lujo en toda Venecia, se difuminaban las barreras sociales: Solo arlequines, personajes míticos y fantásticos invadían las calles y los puentes de la ciudad. Incluso en 1789 se silenció la muerte del dux para no poner fin a la fiesta