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Andrey Rokhlov: “Fusiono el techno con el hardstyle, el bass house y la música de los 90”

El joven dj oscense de origen ucraniano presenta su primera mini sesión y habla de sus inquietudes musicales

Andrey Rokhlov.
Andrey Rokhlov.
S.E.

Andrey Victoravich Rokhlov (Kirovograd, 1998) lleva años dejándose llevar por la música hasta que, casi sin darse cuenta, se ha convertido en uno de los dj con mayor proyección de Huesca.

Bajo su nombre artístico Andriusa, que es como le llaman sus familiares de forma cariñosa, este oscense de origen ucraniano comparte sus mezclas y producciones en Instagram (@andriusa2music), SoundCloud (https://soundcloud.com/andriusa2music) y YouTube (https://www.youtube.com/@andriusa-hw4pz), donde acaba de subir su primera mini sesión.

Hago una fusión entre techno, hardstyle, bass house y música de los 90. Espero que la reacción de la gente sea positiva”, dice.

El joven, que llegó a la capital oscense a los cinco años junto a su madre para buscar un futuro mejor, tenía once cuando le pidió a su progenitora que le apuntara a clases de violín en La Coral Oscense, donde estuvo cuatro años. Después, terminó su formación en el Conservatorio Profesional de Música de Huesca.

“En ambos sitios tuve profesores extraordinarios que me enseñaron mucho y que me dieron una buena base para técnica e intuición”, destaca.

A la vez que estudiaba violín, este chaval inquieto descubrió la electrónica. “Mi primer acercamiento fue al dubstep y al jumpstyle -géneros de moda en 2012-. Fue sobre los 15 cuando escuchaba canciones en las que no me cuadraban algunas melodías y ritmos. Quise modificarlas e indagué en software de producción musical, por lo que acabé descubierto Fl Studio. Desde ese momento ha sido la herramienta que he usado para mis producciones, aprendida de manera autodidacta, a base de mucho YouTube y ganas”, especifica.

Aunque ha absorbido “las cualidades de muchos”, sus dj y productores favoritos son Martin Garrix, Headhunterz, Patrick Mason y Nico Moreno, de los que ha aprendido mucho.

Con todo este bagaje, empezar a pinchar públicamente era cuestión de tiempo, aunque Rokhlov señala entre risas que “fue toda una casualidad que daría para un libro”.

“Actualmente trabajo con Sonido54, con los que estoy muy contento pinchando en bodas y fiestas. Ahora mismo soy residente en la finca de Tierrabella en Zaragoza y voy mucho a las Bodegas Lalanne en Barbastro. He estado en pocos sitios, pero lo que siempre intento es educar el oído de mi público abriendo un poco las fronteras típicas y pinchando música ‘poco ortodoxa’. Quién sabe, igual consigo abrir la mente de algún oyente y sacarlo de lo comercial”, reflexiona.

Para seguir expandiendo su arte, Rokhlov se acaba de mudar a Bilbao. “Quiero sacar adelante mis estudios de lutheria, pero ya que me muevo a una ciudad con tanto movimiento me gustaría pinchar en algún club de música electrónica tipo Sonora o del estilo, donde me permita realmente disfrutar de la música que pincho”, desea este joven polifacético, que en el futuro seguirá esforzándose para intentar vivir de su gran pasión.