Cultura

la entrevista

José Luis Corral: “El cartulario de Alaón recoge la construcción de la identidad de Aragón”

El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza reivindica la importancia de este enclave ribagorzano

El catedrático, José Luis Corral.
El catedrático, José Luis Corral.
S.E.

Conservado en el Archivo de la Real Academia de la Historia de Madrid, el cartulario de Alaón es un interesante códice en el que los monjes reunieron los documentos más importantes entre los siglos IX y XII, sobre todo concesiones y donaciones. El catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Zaragoza (UZ) José Luis Corral abundó, en la conmemoración del 900 aniversario de la consagración del Monasterio de Alaón, en este cartulario, fundamental para conocer los orígenes de Aragón. “Lo de menos es la construcción del patrimonio del monasterio”, asegura, resaltando el momento histórico que recoge de formación del futuro reino de Aragón. “Estas tierras de la zona oriental no pertenecen al condado de Aragón todavía, pero es la construcción de una identidad, un patrimonio muy importante porque hay datos muy interesantes de modos de vida, cultivos, relaciones feudales”.

Alaón, junto con Obarra, son dos de los monasterios que tienen documentos medievales más antiguos”, señala Corral, que realizó en los ochenta una edición de los documentos del códice de Alaón. Pese a que el actual monasterio data del siglo XII, estos textos se remontan tres siglos atrás. “Del monasterio del siglo IX prácticamente han desaparecido los restos, ya que lo remodelaron en el siglo XII, así que una cosa es la documentación y otra cosa el monumento actual. Bueno, pues desde el siglo IX, los abades del monasterio, los monjes del monasterio fueron recopilando documentos, sobre todo los que les interesaban al monasterio, que son especialmente la propiedad, las donaciones de tierras, de molinos, etcétera que, afortunadamente, se han conservado”.

Aunque, como en el resto de documentos medievales, calcula que la mitad de los textos están “falsificados, que no quiere decir que sean falsos”, destaca su importancia. “El documento falso se intenta hacer pasar por original falsificándolo, pero es un documento que puede ser original, aunque lo que cuenta no es verdad”, resume aludiendo a las inmatriculaciones realizadas por los monjes para incorporar propiedades.

En los 200 pergaminos de 30 por 20 centímetros del cartulario, “todavía no había llegado el papel de China a Europa” y era muy caro, “se dan unos datos muy interesantes sobre una época de la que hay muy pocos documentos y muy pocos datos a nivel socioeconómico. Estos documentos monásticos están relacionados con la vida cotidiana y nos dan muchos datos de los campesinos que trabajaban para el monasterio, del tipo de relaciones socioeconómicas entre el monasterio y los campesinos, de las relaciones feudales y de la importancia de la iglesia, incluso de aspectos muy interesantes como de los miedos a los santos”, detalla.

En épocas posteriores, desde Alaón han surgido otros documentos, entre los que destaca la Crónica de Alaón, “una especie de historia de los reyes del Aragón Antiguo”, concluye.