xxix muestra de realizadores oscenses
Del western a la ficción pasando por el misterio y los videoclips
El salón de actos de la DPH acoge este miércoles, a las 19:00 horas, la primera jornada de la muestra
La Muestra de Realizadores Oscenses regresa este otoño a la capital altoaragonesa con una novedad en su XXIX edición, el aumento de sesiones, en esta ocasión cinco, que comenzarán este miércoles y se prolongarán hasta el 1 de diciembre con la proyección de dieciocho trabajos de otros tantos directores.
El Instituto de Estudios Altoaragoneses, desde su Área de Comunicación Audiovisual, organiza, junto con la Asociación Oscense de Realizadores, esta muestra que se va a desarrollar con entrada libre en el salón de actos de la Diputación Provincial este miércoles y los días 15, 22 y 29 de noviembre, a las 19:00 horas.
Este año la muestra se cerrará con una sesión especial el viernes 1 de diciembre a las 20:00 horas en el Teatro Olimpia, con el preestreno del documental Manolo Kabezabolo, del realizador oscense José Alberto Andrés Lacasta y que ha producido la aragonesa Du Cardelin Studio. Las entradas para esta sesión se podrán adquirir en taquilla o anticipadamente en https://teatroolimpia.4tic.com/par-public/rest/evento/id/4133433, al precio de 5 euros.
Ángel Gonzalvo, director del área de Comunicación Audiovisual del IEA y tesorero de la Asociación de Realizadores Oscenses, valora positivamente el incremento de sesiones. “Comenzamos con tres, pasamos a cuatro, cifra que ya se había estabilizado, y este año van a ser cinco”, en las que habrá presencia de directores y productores. “Como en ediciones anteriores, contaremos todos los días con un 80 % de las personas relacionadas con lo que se proyecta, que harán la presentación previa, ya que siempre es interesante poder escuchar de primera mano lo que se va a ver”, añade.
Precisamente, respecto a la programación de la muestra, “hay mucha variación” en lo que a géneros se refiere. “Hay animación, vídeo experimental, musical, documental y bastante ficción, tanto drama como con tono de comedia”, indica Ángel Gonzalvo, que reitera que “la idea ha sido hacer unos programas en los que se mezclen los diferentes géneros”, de modo que los espectadores siempre van a encontrar trabajos, de los cuatro o cinco que se proyectan cada día, “que les van a interesar”.
Después del Festival Internacional de Cine de Huesca, la Muestra de Realizadores Oscenses, una exhibición de películas que no tiene carácter competitivo, es el segundo evento cinematográfico más longevo de Aragón, y lo que se busca desde la organización “es que sea equilibrada”. En este sentido, Ángel Gonzalvo destaca que “este año había bastante producción”, y se han tenido que dejar algunos trabajos fuera “porque no cabían”, lo que confirma el buen momento que vive el cine en la provincia.
Para esta edición se han preparado cuatro programas variados en torno a una hora de duración, además de la sesión especial que cerrará la muestra, “un buen escaparate para que el público conozca lo que se está haciendo, y sobre todo, contando con la presencia del personal de los equipos de cada cortometraje”.
La sesión inaugural prevista para este miércoles incluye cinco trabajos: Kalai, de Lucía Bosque; Cuatro minutos, de Marisa Tajada y César Casanova; Merliot, de Lavinia Popa y Capucha; Mátalos y no vuelvas sola, de Enrique Novials; y Les folies d’Espagne, de Ana y Carmen Mainer Martín.
Las proyecciones comenzarán con la introducción en 3D para serie Kalai, con capítulos independientes unos de otros del género de suspense y thriller psicológico, que dirige Lucía Bosque.
Continuará con Cuatro minutos, un trabajo que parte de un certamen de relatos breves y costumbristas que organiza la Asociación Cultural de Costumbres Aragonesas de Zaragoza y que trata de llevar al audiovisual algunos de los ganadores. En este caso, se trata del relato de Diego Ramos, de Almudévar, que ganó el año pasado y que Marisa Tajada y César Casanova han trasladado a la gran pantalla.
“Es un relato escueto y muy bonito en el que se mezclan tradición y leyenda sobre unos sucesos en Almudévar, que fuimos alargando a la hora de grabarlo”, cuenta Tajada, que disfrutó de esta experiencia por su estrecha relación con la villa de la Hoya, ya que es miembro del jurado del Certamen de Teatro Pedro Saputo.
El protagonista de Cuatro minutos es un adolescente que tiene una habilidad heredada de su abuelo “que hace que en un momento dramático tome una decisión importante para salvar al pueblo”, explica Marisa Tajada, que reconoce que la grabación resultó una odisea por las inclemencias meteorológicas. “Se pusieron en nuestra contra todos los elementos, la lluvia y el aire, llegando a alcanzar los 95 kilómetros por hora”, hasta el punto de que el fotógrafo del equipo “tuvo que sujetar al cámara porque el viento se nos llevaba a todos”. También destaca el momento en que grabaron a las hilanderas “a las que hay que reconocerles el mérito porque hacía mucho frío y comenzó a caer agua nieve”. A pesar de todo, “el ambiente fue bonito, lo pasamos bien y nos reímos mucho”, apunta Tajada, que afirma que cuando se atreven a jugar con César Casanova a hacer cine buscan “que sea una experiencia positiva. El objetivo es conocer gente a la que le apasione la cultura, en esta caso el cine, en otro la literatura como el certamen de relatos, para ir poniendo semillas en el camino”, que en este caso se unen en Cuatro minutos.
Tras esta ficción, el público que acuda al salón de actos de la DPH podrá ver el videoclip Merliot, un trabajo de Lavinia Popa Capucha en el que Rafa recuerda momentos con su exnovia. Lo que provoca que se le apodera la nostalgia, añorando la relación que tuvieron y no pudo ser.
Florentina Lavinia indica que este videoclip lo ha hecho con Luis Cortias, bajo el colectivo Inalviis. “Somos unos chavales de Huesca que llevamos un tiempo haciendo videoclips y algún corto, y Merliot surgió porque tenemos un amigo que está estudiando segundo del Grado de Sonido en el Ramón y Cajal y que empezó a hacer música. Nos pareció que tenía talento y quisimos hacerle un videoclip”.
Lavinia debuta como codirectora en un trabajo que se va a poder ver en la gran pantalla y está ilusionada y con ganas de que “la gente lo vea porque estoy muy contenta con el resultado”, y dispuesta a seguir haciendo cosas que espera también se puedan disfrutar en la Muestra de Realizadores Oscenses.
Del western a la música
Mátalos y no vuelvas sola es un western dirigido por el fragatino Enrique Novials que llega a la muestra avalado por numerosos premios en festivales españoles, estadounidenses y griegos.
Ilusionado con su pase en Huesca, que considera “una oportunidad para que la gente lo pueda ver”, arropada con su presencia y contacto directo con el público, Novials comenta que se trata “del segundo trabajo de una trilogía de western feminista que comencé con Calamity Jane 1882 que rodamos en Los Monegros”, que continúa con Mátalos y no vuelvas sola, “en la que nos bajamos a Almería porque necesitaba un poblado western y la rodamos allí”, y le falta la tercera entrega, Cartas a la hija, “que tengo intención de rodar el año que viene o en 2025 y con la que se cerrará esta trilogía”.
En cuanto a Mátalos y no vuelvas sola, Enrique Novials relata que “el título hace referencia a una película que se rodó en Almería, Mátalos y vuelve. Yo quise hacer un guiño a los spaghetti western, porque cuando de niño íbamos de Fraga a Zaragoza, al pasar por Cardiel me iba imaginando las películas”. Pero por otro lado, le quiso dar una vuelta y “como se han contado muchas historias desde el punto de vista masculino, me pareció interesante hacer algo diferente y ver el punto de vista femenino, reivindicándolo a través de este género, que me apasiona y que creo que está infravalorado y merece mucho más”.
Esa puesta en valor del western y de la mujer en este tipo de película se refleja en este cortometraje, “tanto en la historia de Carol, que está desesperada lo intenta todo para rescatar a su hija que ha sido secuestrada tras el atraco a un banco, como en los encuadres, el guion y los personajes”.
La primera sesión de la muestra la cerrará Les folies d’Espagne, otro videoclip que, en este caso firman las hermanas Ana y Carmen Mainer Martín, y que más que un concierto de música clásica, es una verdadera competición de virtuosas en la que la locura y el surrealismo posibilitan las más disparatadas situaciones: la pesca de las cañas, el guiñol de las flautas, un viaje en fagot y pompas de jabón a España bajo la guía de una aprendiz de bruja, y una carrera desenfrenada como sólo Vivaldi podría haberla imaginado.
Un punto y seguido para nuevas sesiones en el que música y cine se funden a través de las notas y las imágenes.
