Cultura

La Entrevista

David Arbús: “Todo empezó siendo un hobby y se ha convertido en mi carrera”

El fotógrafo oscense especializado en ceremonias nupciales ha sido galardonado recientemente por el Colectivo Internacional

David Arbús
David Arbús
S. E.

A veces las mejores historias aparecen por casualidad. La de David Arbús surgió casi sin querer. “Comencé haciendo fotografías de arquitectura e interiorismo. Pero un día, una persona que se iba a casar vio mi trabajo y quiso que le hiciera las fotos de su boda. Fue entonces cuando descubrí la magia de capturar esos momentos únicos y decidí dedicarme a las bodas”, afirma.

Y no le ha ido mal, porque el oscense acumula premios. Además, recientemente ha conseguido un galardón especial que le otorgó el Colectivo Internacional de Fotógrafos de Boda que está compuesto por 400 profesionales de Asia, Europa y Latinoamérica. “Para mí es algo motivador. Saber que fotógrafos de todo el mundo aprecian mi trabajo es un orgullo. Estos éxitos me impulsan a seguir mejorando y actualizándome”, confirma Arbús.

Conseguir este premio no es fácil. Lo ha conseguido gracias a su estilo propio, sin ir al obvio, e interesándose en los detalles. “Siempre intento contar una historia con las fotos, mostrar una perspectiva diferente. Busco detalles que los novios pasan por alto y creo una narrativa visual que resalta esos instantes únicos”, sostiene. Y afirma: “Hay una foto, que hace unos años también fue premiada, que se ve un perro que era el que llevaba los anillos; fue un reto convencer al cura para permitirlo, pero capturar ese momento significativo para la pareja fue invaluable”, señala.

Para conseguir esto no solo hace falta su ojo fotográfico, también es necesario un trabajo previo. Por ello, intenta hablar con los novios en persona o hacer videollamadas, para así conocer su personalidad, cómo se conocieron y qué es importante para ellos. “Esto me permite crear fotos más sinceras y contar su historia de una manera única”, apunta.

Todo eso hace que Arbús cuando llegue el instante de la boda se vuelva uno más y sienta lo mismo. “La conexión con las parejas y vivir esos momentos especiales con ellos es muy bonito. A veces, incluso me cuesta no emocionarme. Es un privilegio poder ser parte de esos días tan significativos”, explica, y matiza: “Suelo terminar bien con ellos, pero amistades verdaderas, solo mantengo una, que era un motero como yo”.

Ese derroche de pasión le impide pensar en el ‘y si’ y el oscense comenta que no sabría lo que sería de no ser fotógrafo. “Esto empezó como un hobby que se convirtió en mi carrera. Si tuviera que cambiar, sería hacia algo que también me apasionara, pero no sé qué sería”, piensa. Para inspirarse intenta fijarse en otros fotógrafos, otros estilos y mejorar el suyo propio. “Me inspiro en varios, incluso fuera del ámbito de bodas. Exploro la fotografía publicitaria y gastronómica. Las redes sociales son excelentes para descubrir nuevos talentos”, remata Arbús.