Cultura

ESPECTÁCULO MUSICAL

‘El Fantasma de la Ópera’ retorna a los escenarios nacionales

El tributo musical de esta obra tan emblemática se podrá ver en el Palacio de Congreso de Huesca, a las 19:00 horas

“Hacía 20 años que no se representaba en España, era el momento”, dice el actor Rodrigo Domínguez.
“Hacía 20 años que no se representaba en España, era el momento”, dice el actor Rodrigo Domínguez.
S.E.

Desde que fuese presentado en Broadway a finales de los 80, El Fantasma de la Ópera se ha convertido en una obra de culto atemporal que sigue atrayendo y fascinando a personas de todo el mundo. En España, estuvo en la Gran Vía de Madrid entre 2002 y 2004, pero tras ese breve periodo, nos quedamos sin disfrutar de la obra. “Hacía 20 años que no se representaba en España, y pensamos que era el momento. Justo un mes y medio después, anunciaron que se estrenaba también en Madrid”, afirma Rodrigo Domínguez, quien representa al fantasma en un tributo musical que se podrá disfrutar este domingo en el Palacio de Congresos de Huesca, a las 19:00 horas.

Este tributo, que fusiona lírica, drama y comedia, quiere transportar a los espectadores a un viaje fascinante a través de la leyenda del fantasma que habitó en las catacumbas de un antiguo teatro. La trama, que añade un giro original a la historia clásica, explora la pasión, el amor y la rivalidad en el mundo del arte. Para ello, la adaptación de la Compañía Onbeat quiere mantener la esencia del musical original mientras incorpora elementos frescos y emocionantes.

Para que todo salga perfecto, la compañía lleva ensayando dos meses de manera intensiva porque “el proyecto lo requiere”. “La historia tiene alrededor de ella un aura de grandeza que durante los años ha ido aumentando”, continúa.

El porqué del éxito de esta obra, Domínguez lo atribuye a unas características similares que comparte con otras obras clásicas como Frankenstein. “Este personaje tiene mucha complejidad. Si mientras estás viendo el musical reflexionas sobre la época en la que se desarrolla, adquiere una importancia mayor. En esos momentos de la historia, las personas que tenían deformidades o algún tipo de problema eran tratados casi como monstruos; muchas veces los llevaban a circos para mostrarlos como atracción. Y ese halo de misterio que generaban las minusvalías y las deformidades crea un sentimiento fuerte porque la gente que va a ver la obra lo hace con la memoria del pasado”, reflexiona.

La escenografía está inspirada en la primera versión del musical de Broadway.
La escenografía está inspirada en la primera versión del musical de Broadway.
S.E.

Para llegar hasta ese punto inmersión, es necesario pasar por un proceso de creación y solventar los problemas que van saliendo. “Ya no solo es mezclar músicas del fantasma, también hay que juntar otras como la de El Conde de Montecristo; además, de otras sorpresas que ya verán los espectadores (risas) porque hemos mezclado la lírica y parte de comedia con dos personajes que van a dar mucho que hablar”, sostiene.

Precisamente, la magia de la música es lo que consigue dar esos matices “que multiplican las sensaciones del espectador”. “Siento que sumado con la representación consigue que la obra fluya más si cabe”, afirma, lo que continúa. “Si lo piensas, la banda sonora la han realizado genios. En Broadway, se dejó de interpretar hace poco, después de más de 20 años de manera ininterrumpida y en Londres continúa en escena desde hace mucho tiempo. No es casualidad: es una suma de factores”.

El tributo de El Fantasma de la Ópera llega a Huesca después de haberse estrenado en Sevilla, Granada, Málaga y Alicante. Y las ganas de volver a ver sobre un escenario nacional a este personaje tan icónico han sido palpables desde el primer momento para Domínguez. El actor sostiene que la acogida ha sido abrumadora. Las tres primeras fechas agotaron todas las localidades, confirmando el éxito y la aceptación del público. “Estamos muy contentos con el producto”, comenta el protagonista.

Preparación del personaje

Domínguez cuenta que su preparación ha sido exhaustiva, tanto a nivel vocal como interpretativo. Ha dedicado muchas horas al estudio y al trabajo vocal para explorar la complejidad del personaje desde sus matices más profundos. Y confiesa que le gusta dar al personaje un toque personal, alejado de lo más comercial. “He visto todas las películas, pero después (risas). Me gusta prepararlo antes, sin tener referencias porque consigo que sea más mío; después sí que me gusta ver lo que han hecho otros porque siempre es bueno”, declara.

Además, comenta que ha leído el libro, dos veces, y ha encontrado muchos matices que no se pueden ver en películas o musicales. Sobre todo en cuanto a la personalidad y a eso le ha dado mucho hincapié. “Desde que me enteré de que lo hacía yo, han sido meses duros. Aún queda mucho por mejorar, siempre le estoy dando matices”, comparte Domínguez.Y continúa. “No es lo mismo cuando estás encima del escenario que tienes las luces y la presión. Quiero continuar dándole vueltas a ciertos puntos de la obra”, agrega.

El actor lo dice porque es consciente de la responsabilidad que conlleva interpretar a personajes tan emblemáticos. Domínguez, durante la conversación, revela su proceso para aliviar esa presión antes de subirse al escenario. “Intento media hora antes estar encima del escenario para ir metiéndome en el personaje, tanto física como mentalmente porque es muy importante que estén alineados. Es la manera de dar el 100 % de mí para que el público llore cuando tenga que llorar y ría cuando toque”, dice.

Películas como El Hombre Elefante (1980, David Lynch) le han inspirado para realizar el papel e evocar esos sentimientos tan complejos que tiene dentro el personaje. “Muchas veces es duro porque te afecta y cuando estoy en el escenario está dentro de mí, pero, aunque sufra un poco mentalmente es necesario porque la gente necesita verlo”, reflexiona, y remarca. “Esta obra tiene una moraleja y es que las personas que son diferentes deben de ser tratados como todos”, remata el actor.

La conexión de Domínguez con Huesca no es nueva; el actor también canta ópera y ha visitado la ciudad en otras ocasiones. Siente respeto por la calidez y el trato de un zona que siempre que ha ido se ha sentido como en casa.