Mario Molins: "Mis poemas son bocetos conceptuales de la obra plástica"

Se crio en contacto directo con la naturaleza, y eso es algo que está muy presente en su vida y su manera de entender el arte. Mario Molins (Binéfar, 1983), escultor, artista plástico y poeta, acaba de publicar su segundo poemario, Con el corazón en la mano (Aliar Ediciones).

Precisamente, es esta disciplina artística “la que empleo para reflexionar sobre lo que me rodea, sobre lo que me preocupa, y que posteriormente se proyecta en las obras plásticas. Se podría decir que los poemas son bocetos conceptuales de la obra plástica”, asegura.

Mario Molins se define como una persona “muy reflexiva, sensible y emocional”, a la que la poesía le ayuda a canalizar su manera de sentir y reflexionar. “Podría decir que no la he elegido yo, sino que de algún modo nos hemos cruzado y he decidido ahondar en esta disciplina como herramienta de pensamiento”, afirma.

Es un género que siempre le ha gustado, con el que se siente cómodo y que ahora cobra forma en un nuevo libro, Con el corazón en la mano, que presentó el pasado viernes en Binéfar “en un espacio de arte muy interesante de reciente apertura, Laposta, abierto por Guille Monge”; y hoy lo hará, a las 19:00 horas, en el colegio salesiano Santo Domingo Savio de Monzón, donde imparte clase de Arte e Historia.

Como el título, en la portada aparece una mano roja con forma de corazón, aunque no es la única imagen de la obra. “La portada es en sí otro poema, pero en este caso visual. Decidí componer esa imagen y las del interior, siguiendo las influencias de un artista que siempre me ha resultado muy sugerente, Chema Madoz”, explica Molins, que cree que “la poesía visual es un lenguaje muy accesible, aunque puede tener muchos niveles de lectura, sobre todo si se profundiza”.

En este sentido, “creo que para este nuevo trabajo literario quería imágenes sugerentes, que marcaran tanto capítulos como portada y que ayudaran a reflexionar, algo que es tremendamente importante en estos tiempos que nos está tocando vivir”.

Quizá, por eso Con el corazón en la mano es una invitación a la introspección en uno mismo, ya que en este libro se tratan diferentes temas que conciernen al ser humano, “tanto en lo emocional, como en lo puramente vivencial. Es un poemario escrito en clave existencialista”.

“Ahora mismo la sociedad está inmersa en un sistema que no permite parar, ni bajar la guardia. La tensión y el estrés es lo normal, ¿Qué tiempo nos queda para preguntarnos cómo nos sentimos realmente? Es curioso que en otras latitudes (Japón), los médicos estén recetando baños de bosque para contrarrestar el agobio generado por el día a día, quizás deberíamos parar un poco, testar nuestro estado emocional y decidir qué queremos, producir o vivir”. Mario Molins habla con conocimiento de causa, para él la naturaleza es fuente de vida y de inspiración. “Siempre está ahí, al igual que la manera de mirarla”, dice.

En el Corazón en la mano “extrapolo la mirada hacia la naturaleza, para mirar hacia la naturaleza humana, y no siempre es positivo lo que ahí encuentras, a la realidad me remito…, de ahí la cita de Edgar Alan Poe, con la que comienzo mi libro: ‘Y, entonces, abrí la puerta de par en par, y ¿qué es lo que vi? ¡Las tinieblas y nada más!”.