Cultura

ecos / ¿Quién soy?

Alejandro Villacampa, Melómano, colaborativo e inquieto

Este multinstrumentista oscense combina su pasión por la música con su faceta formativa y no sabe decir que no cuando le proponen algo

Alejandro Villacampa en una imagen de niño y en la actualidad.
Alejandro Villacampa en una imagen de niño y en la actualidad.
S.E.

Su flirteo con el mundo de la música comenzó a los 11 años, cuando sus padres le ofrecieron ir al conservatorio y comenzó “a estudiar contrabajo”, y relata que “con el paso del tiempo la música fue tomando cada vez más fuerza en mi vida”. A día de hoy continúa este ‘idilio’ y Alejandro Villacampa es un multinstrumentista, que en muchos de los casos ha aprendido a tocar “de forma autodidacta” y al mismo tiempo son numerosas los proyectos musicales en los que ha participado en sus veinte años de carrera, “más de 50”, matiza.

Conocido como Ale Musicman, Luis Lles ha llegado a decir de él que es “el músico más pluriempleado de la escena musical oscense”.

Nacido en Huesca en 1983, recuerda las muchas horas que compartió con sus padres participando en actividades artísticas y culturales. “En mi casa se escuchaba mucha música, de todo tipo, pero además me inculcaron el tema cultural llevándome a muchos conciertos, todo tipo de museos, exposiciones...”, relata.

De niño quería ser “paleontólogo o geólogo”, dos materias que le gustaban mucho y de esa etapa surgió la afición de “salir al monte y recoger fósiles”. Además, tenía “mucha afición a los juegos creativos como los lego y los puzzles”.

Hijo único, pasó muchas horas con sus primas y junto a ellas adquirió “mucha sensibilidad al estar rodeado de mujeres”.

Ya en el instituto, mientras seguía su formación musical, la pedagogía fue irrumpiendo en su vida. “Me gustaba explicarles a los compis cosas que no entendían, incluso venían a casa y les ayudaba y más tarde empecé a dar clases particulares a niños de Primaria”. Se le había despertado “el gusanillo”, y finalmente optó por estudiar Magisterio de Educación Musical. Y al mismo tiempo que empezaba sus estudios en la Facultad de Educación de Zaragoza comenzó “a tocar en una orquestas en las verbenas”.

A día de hoy compagina la música y la docencia. En la primera ve “una herramienta social para abrir puertas y compartir”, y con sus alumnos de Primaria busca que “puedan expresarse, darles una oportunidad”.

Ale Musicman lo abarca todo, toca la batería, el bajo eléctrico, percusión, guitarra... es director del Garrampa Festival, ha colaborado con numerosas formaciones, ha grabado discos de todo tipo, ha sido jefe de escenario, es disyóquey, y reseña que es “de los de la vieja escuela, de los que usan discos”. También ha prestado su apoyo a Diversario y otros proyectos y fue uno de los promotores del proyecto que permitió la puesta en marcha del Artlab. Además es miembro del colectivo musical Oscaphetah Kyos y “posiblemente, el músico que más veces ha tocado en el festival Periferias”, apostilla. Y es habitual verle sobre el escenario, ya que es integrante de la Huesca Big Band.

Este extenso curriculo le ha llevado a recorrer parte del país, actuar en Nueva York con SCR & the Old School Orquesta y pisar escenarios de Tarbes.

Alejandro roba horas al día para conseguir llegar a todo y es que reconoce que “no se decir que no” y también admite que “siempre quiero más e intento hacer todo lo que puedo”.