“Para que una pareja dure hay que tener unos buenos orgasmos”

Los secretos para que una pareja sobreviva al paso del tiempo son muchos, pero hay uno fundamental para Óscar Contreras y Sam Sánchez: “Tener unos buenos orgasmos, porque pueden contribuir a fortalecer la conexión emocional y física”.

Así lo aseguran el director y la actriz de Orgasmos, la comedia, una obra de Productora 23 que se presenta este sábado (20:30 horas) en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca.

Desde Adán y Eva, las diferencias entre hombres y mujeres han marcado las relaciones heterosexuales. Y según esta propuesta, “hay que entenderlas, comprenderlas y amarlas para que podamos convivir, respetarnos y querernos”.

En este montaje, que “está vinculado a la búsqueda de la equidad de género”, los protagonistas juegan con el humor para explorar “problemas de la comunicación y situaciones cotidianas entre hombres y mujeres”, a veces “exagerando los estereotipos” para mostrar que “no todo es un drama”.

En algunos momentos, la obra se transforma en un manual de autoayuda. “La comedia puede ser una poderosa herramienta para la reflexión, porque a todas las parejas les pasa lo mismo. Lo bonito es ver cómo nos reímos el uno del otro de esos pequeños defectos o virtudes que tenemos”, apuntan.

Para Óscar Contreras, director y productor de la obra, el mayor reto era crear “una parodia de los hombres y las mujeres, con pareja o sin pareja”, para que el público se pueda “reír a carcajadas de esas tonterías que no sólo le pasan a uno, sino a todos”.

Sam Sánchez, actriz de la función junto al actor Joan Pico, considera que “conseguir la química entre nosotros en el escenario es crucial, especialmente en una comedia donde la sincronización y la interacción fluida son fundamentales”.

“Ya llevamos varios años trabajando juntos y, como cualquier tipo de relación, ha ido madurando y evolucionando, así lo hemos ido mostrando sobre el escenario”, prosigue.

Otra cosa a destacar es “el ritmo cómico que Óscar (Contreras) marca”, aunque también “hay momentos de improvisación, pero siempre teniendo en cuenta el ritmo que precisa la obra”, reitera.

En cinco años, el montaje ha sido visto por 300.000 espectadores, una cifra estratosférica que este sábado seguirá creciendo en la capital oscense, donde todavía no se ha escenificado. 

“Estamos emocionados de actuar en Huesca. Está claro que cada ciudad y pueblo tienen su propia magia, y nos encanta conectar con el público de diferentes zonas, aunque en realidad mostramos temas universales para todos”, señalan.

Asimismo, los oscenses también podrán poner en práctica un gran consejo de los actores: “Al final de la obra no os podéis perder un nuevo punto que hemos descubierto, que no es el punto G, que os revelaremos para que lo puedan aplicar, tanto en pareja como en solitario”. Así que si quieren saber cuál es, no se pierdan el montaje.