Cultura

xxix MUESTRA DE REALIZADORES OSCENSES

Un Sobrarbe de cine llega a Huesca entre lo musical y lo experimental

Los trabajos de Juan Carlos Somolinos y Maxi Campo se proyectan este miércoles (19:00 horas) en el salón de actos de la DPH

Imagen del documental Mi Sobrarbe.
Imagen del documental Mi Sobrarbe.
S.E.

La XXIX Muestra de Realizadores Oscenses entra en su recta final. Este miércoles lo hace mirando a la Comarca de Sobrarbe, a su naturaleza, sus gentes y su música. El salón de actos de la Diputación de Huesca acogerá, a partir de las 19:00 horas, la proyección del documental Mi Sobrarbe, de Juan Carlos Somolinos, al que precederá el videoclip de La Ronda de Boltaña y Rozalén, La tumba de la golondrina, dirigido por Maxi Campo.

Emoción y alegría es lo que siente Somolinos por poder proyectar Mi Sobrarbe en esta muestra, un trabajo que ha tenido muy buena acogida en los lugares en los que se ha visto, y que espera repetir este miércoles por la tarde porque se trata de un documental “un tanto especial, ya que no tiene una narrativa al uso sino que es de carácter experimental. No tiene una línea argumental normal. Va del pasado al futuro, al presente, es un poco onírico...”. Como explica el cineasta, “se trata de experimentar con la cámara y los nuevos lenguajes para expresar Mi Sobrarbe, la huella que me ha dejado esta tierra, cómo me desenvuelvo yo en ella y también otros personajes. Es una visión especial de esta comarca”.

Juan Carlos Somolinos estudio Bellas Artes y sus especialidades son la pintura y la escultura. Al proceder de esos campos artísticos “tengo como una deformación profesional, y aunque he hecho documentales con formatos más ‘normales’, en este quise investigar y aplicar los nuevos lenguajes a mi propio trabajo”. Eso le llevo a mezclar “cosas que me gustan, poesía, performance, pintura..., para contar algo que se ha contado y se ha vivido, desde una nueva perspectiva”.

Mi Sobrarbe es el resultado de casi tres años de trabajo. “Requería tiempo, tenía que salir reposado y escogiendo bien las historias que quería contar, y eso implica un lugar concreto y unas sensaciones determinadas en un espacio especial”, y ello supone esperar a que se den esas condiciones para poder grabarlo. Por ejemplo, “si tienes que esperar a que se llene un pantano, y éste se vuelve a vaciar, o quieres un amanecer con niebla en una montaña alta, te toca subir muchas veces hasta que se dan las condiciones que te has imaginado o que más se acercan”. Eso implica que el tiempo se dilate, y a los dos años y medio de grabación hay que sumar casi medio año para su edición.

Somolinos es montañero y eso se refleja en Mi Sobrarbe, donde la naturaleza es una constante. “Esta comarca es un entorno único, maravilloso. Tenemos unos bosques y unas gentes que se desarrollan en conjunto con el medio que las rodea, y esa confluencia es lo que yo intento cantar en mis historias”, que si es un placer “vivirlas”, no lo es menos “contarlas”, que es lo que hará este miércoles en Huesca.

Fotograma de La tumba de la golondrina dibujado por Kim.
Fotograma de La tumba de la golondrina dibujado por Kim.
S.E.

Ese recorrido experimental por Sobrarbe irá precedido de música, en concreto por La tumba de la golondrina, una canción en la que Rozalén colabora con La Ronda de Boltaña y cuyo videoclip dirigió Maxi Campo, que aunque no podrá estar este miércoles en la capital altoaragonesa, si que se siente “orgulloso” de que su trabajo se proyecte en la Muestra de Realizadores Oscenses.

La “emigración golondrina”, esa de carácter estacional y temporal que en el Pirineo se practicó hasta las primeras décadas del siglo XX, es la historia que subyace en La tumba de la golondrina, mejor canción en los Premios de la Música Aragonesa de este 2023. “Es un tema que nos asustó mucho al principio porque el punto de partida eran La Ronda, Rozalén y una canción increíble, y nosotros, con unos recursos limitados, queríamos hacer algo digno y a la altura de los artistas”. Ese miedo inicial no pudo tener mejor final y Campo reconoce que el trabajo “ha quedado muy bonito”.

Recuerda que cuando le llamó La Ronda de Boltaña para proponerle hacer este videoclip “estaba leyéndome un cómic de Kim (Joaquim Aubert Puigarnau), dibujante muy conocido, además de Premio Nacional de Ilustración, que durante muchos años ha hecho a Martínez el Facha en El Jueves; y por lo que me contaba Ignacio Pardinilla y como veía el tema, las ilustraciones que encajaban eran las de Kim”.

Campo, que no lo conocía, trató de llegar a él y lo consiguió. A otro compañero le contó la propuesta de La Ronda “con su componente etnográfico”, y le comentó que había visto a Violeta Borruel protagonizando el espectáculo La golondrina. “Violeta Borruel bailando, La Ronda cantando esa canción, un dibujante que me gusta y encaja a la perfección, y Rozalén, fue una confluencia de talentos artísticos en disciplinas diferentes, pero con un mismo sentir”. Su trabajo fue canalizar todo eso, “de una manera humilde y discreta, pero bastante elegante y a la altura de la canción”.

Maxi Campo confía en que este proyecto sea “el primero de muchos porque nos ha gustado hacerlo. Es un proyecto artístico, sin excesiva sujeción al tiempo y bastante independiente”. Un cámara, un diseñador gráfico y él, forman ese pequeño equipo que ha encontrado una nueva línea de trabajo “que nos proporciona mucha satisfacción en sí misma, además de ser muy atractiva porque nos permiten hacer lo que gusta, en los momentos que queremos y con la gente que lo queremos hacer”. En el caso de La tumba de la golondrina disfrutaron “por todo. Por tiempo, forma y resultado”, y espera que el público que acuda esté miércoles a la DPH, también lo disfrute.