Pedro Martos: “En la vida hay que buscar, más que el equilibrio, la armonía”

En su casa no entraban muchos libros, pero Pedro Martos (Málaga, 1960) ya leía desde niño todo lo que caía en sus manos. Las artes, en general, siempre le han fascinado, aunque no sabe muy bien por qué. Tampoco sabe “por qué un niño de 12 años se pone a escribir poesía”, algo que compaginaba con la pintura.

Ese gusto por lo artístico lo ha conservado, pese a que su vida profesional ha ido por otros derroteros. Psicólogo especialista en educación sanitaria, su carrera se ha desarrollado en el ámbito de la salud pública, la formación y los medios de comunicación. Durante 16 años presentó a diario El club de las ideas en Canal Sur TV, y su vida laboral ha terminado en televisión, trabajando en un programa de turismo.

A ese currículum laboral hay que añadir su afición por la escritura, “muy ligada” a su vida. “Desde niño he sentido que los versos me lo dictaban. Yo tengo un poema que dice: El primer verso me lo da Dios, eso quiere decir que el primer verso te viene. ¿De dónde? no lo sé, y a partir de allí lo escribo y lo sigo desarrollando”.

Algunos de esos poemas que han nacido de un ‘verso dictado’ los ha reunido Pedro Martos en El funambulista desequilibrado, un libro que presenta este viernes a las 19:30 horas, en la librería Santos Ochoa de Huesca.

Regresa a una ciudad que visita con frecuencia porque tiene “buenos amigos”, y lo hace, en esta ocasión, para hablar del primer libro que publica en solitario. “Hay poemas que son recientes, pero otros tienen 30 años. Es una recopilación de lo mucho que tengo escrito, porque aunque también he leído mucho, he publicado poco, y espero que El funambulista sea el primero de una larga lista”.

Para su debut qué mejor propuesta que despertar sonrisas (el título es el mejor ejemplo) en esa búsqueda por mantener el equilibrio. Porque, “a mí me interesa, tanto en un libro de poesía como en cualquier tipo de comunicación, el mensaje. El funambulista desequilibrado es una metáfora de lo que yo soy, de lo que creo que somos más de uno y de lo que es la vida, en la que hay que andar, más que buscando el equilibrio, la armonía porque hay mucho desequilibrio que es sano, saludable e incita al crecimiento. El equilibrio entendido de manera estricta, lleva a la inmovilidad, y eso no es saludable”.

Pedro Martos parte de que: “todos estamos muy desequilibrados con todas las cosas que tiene la vida, y lo que yo quiero con El funambulista es que nos la tomemos con humor, con equilibrios y desequilibrios y valorando e integrado todo eso como parte de ella”.

Frente a quienes entienden la poesía desde un aspecto formal, Martos se centra en el mensaje y lo que presenta es un poemario de madurez, sin censura, provocador, a veces impúdico, y con vocación de catarsis. El funambulista desequilibrado es poesía sin artificio, con un estilo directo y contundente que hace que llegue al lector como si le susurrara al oído o al corazón.