‘Cuéntame’ sentencia las series en abierto con un final espectacular

Cuando un producto cultural se convierte en un fenómeno de masas no puedes escapar de él aunque no te interese... De la misma forma que sabría cantar el primer disco de Estopa sin haberlo puesto jamás, durante el capítulo final de Cuéntame cómo pasó tuve la sensación de estar despidiéndome de una de mis series de cabecera. Pero no fue así realmente.

En mi casa, y lo escribo con pena, nunca la seguimos. De los 420 episodios emitidos por TVE desde 2001 hasta esta semana, no habré visto más de 20. Pero eso no me ha impedido sentir cierto cariño por los Alcántara, de cuya “vida” me he ido enterando sin preguntar a nadie.

No obstante, el pasado miércoles era de recibo que todos visionáramos el último capítulo para reconocer a la serie que mejor ha narrado nuestra historia, con sus luces y sus sombras, desde varios puntos de vista, y que, por encima de todo, siempre ha mostrado lo mejor de nuestra sociedad: la capacidad para avanzar.

Y lo ha hecho a través de más de mil actores estupendos, que han encarnado con autenticidad a personas que podrían ser nuestros parientes cercanos.

En este punto, querido lector, me vas a permitir que tenga un recuerdo para mi abuela Olga, que, como el personaje de Herminia, también acaba de fallecer. Su pérdida es la de una generación de mujeres luchadoras, buenas, que eran el pegamento de las familias y que siempre echaremos de menos. 

Lo mismo ocurre con Cuéntame, cuyo final, espectacular y estremecedor, estuvo a la altura de su legado y sentenció definitivamente las series en abierto. El fin de una (gran) era.