Cultura

‘No podría estar más contenta’, risas y diversión a cuatro manos

Marisol Aznar y María Frisa han presentado su novela conjunta en el Salón Azul del Casino de Huesca, y hoy en la Casa de la Cultura de Monzón 

Presentacion libro Marisol Aznar y Maria Frisa 04 12 2023 Foto LAURA AYERBE [[[DDA FOTOGRAFOS]]]
Alfonso Palomares acompañó a Marisol Aznar y María Frisa en la presentación de su novela
Laura Ayerbe

Bienvenida a la vida de María. ¿Tú también necesitas que tus días tengan más de veinticuatro horas? ¿Hay una vocecita en tu cabeza que no calla y te hace sentir culpable por todo? ¿Te han educado para creer que pasarlo bien es tener limpia la cocina y que dedicarte tiempo a ti misma es egoísmo? Pues sé egoísta y prepárate para pasar ese buen rato que te mereces.

Eso es lo que proponen la actriz y guionista Marisol Aznar (Oregón TV) y la escritora María Frisa en No podría estar más contenta, una novela de humor y autoficción que cuenta una historia ácida, divertida y sorprendente en la que, ellas y también ellos se ven reflejados.

Aznar y Frisa han presentado en el Salón Azul del Casino de Huesca esta novela escrita a cuatro manos y lo han hecho en un ambiente desenfadado y cargado de buen humor. La cosa ha empezado con risas. María Frisa y Alfonso Palomares, que ha conducido el acto, estaban esperando a que llegara Marisol Aznar para empezar. Desde el público, una mujer (la Marisol actriz) protestaba en voz alta porque la presentación se demoraba, se ha levantado, se ha acercado a la mesa y al final ha decidido irse. Al momento, llegó la Marisol escritora y se ha unido a sus compañeros para hablar de su libro.

Algo que volverán a hacer hoy en Monzón, como preludio de la Feria del Libro Aragonés. A las 19:00 horas, el salón de acto de la Casa de la Cultura, acogerá la presentación de esta obra que surgió de forma causal.

Marisol Aznar, que escribe todos sus guiones de Aragón TV y sus obras de teatro, quería subir a las tablas un monólogo, “y estaba buscando a alguien que me hiciera un texto teatral”. Había leído a María Frisa “y me gustaba mucho como escribía”, y un compañero de Oregón TV, Luis Rabanaque, “me animó a hablar con ella”.

Ambas se reunieron para escribir un monólogo, pero al ponerse a trabajar “nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común”, entre ellas “generacionales”, ha apuntado Frisa, y “empezó a salir tanto material, nos reíamos tanto y nos lo pasábamos también, que un día María me propuso que con todo eso en vez de un monólogo hiciéramos una novela”, y la experiencia no ha podido ser mejor para la actriz que, además de confesar que se ha “divertido mucho”, debuta en la literatura con No podría estar más contenta, un título “que es una mezcla de ironía y realidad, porque ella pone muchas veces su cara de ‘no podría estar más contenta’ para evitar entrar en conflictos y seguir para adelante”. A la vez, la reflexión de la novela “también es de mucha alegría, de no podría estar más contenta. Hay una doble lectura”.

La historia está protagonizada por María, una mujer de mediana edad, y sus tribulaciones frente a su familia -un marido tranquilo, una hija en plena adolescencia, un adorable hijo pequeño, una madre controladora y una hermana menor perfecta-; su entorno laboral, donde parece que el jefe está jugando al concurso Fastidia a tu empleado; su grupo de amigas y, sobre todo, su culpa (en la novela un personaje más llamado Miculpa), que no deja de atormentarla y de cargar contra ella a la menor ocasión.

La novela comienza con un misterio. María se despierta, no sabe dónde está, no ve ni oye nada y se plantea el haber muerto. Así que para ver qué le ha ocurrido se vuelve cuatro días atrás, incluyendo lo que ambas llaman “con mucho humor”, notas antropológicas “en las que nos remitimos a nuestra niñez y a nuestra juventud (años 70 y 80), para poder explicar cómo eran antes las cosas y cómo han cambiado”, ha indicado Marisol Aznar, y lo escriben de tal manera “que la gente que no ha vivido esos años sabrá que es verdad que las cosas eran así”, ha comentado Frisa, que ha puesto como ejemplo el hecho de ir al médico, “que ahora se hace por cualquier cosa y antes era ponerte la ropa de los domingos, y sino tu madre te lo curaba todo con saliva y un poco de Vick Vaporub”.

También hay una parte crítica hacia la educación religiosa que recibieron las dos. “Ahora se puede hablar sin tabúes de muchas cosas que entonces sólo eran eufemismos. Por ejemplo, se decía entre las piernas, allí abajo..., cosas que no se nombraban”, ha recordado Frisa.

Asimismo, se dieron cuenta de que todas las personas “tenemos una voz interior, que algunos consiguen dominar con los años, pero otros no. Y Marisol y yo coincidimos en que tenemos una voz muy machacona, y a la protagonista se la hemos dado, Miculpa”, ha indicado Frisa.

Con las notas antropológicas y Miculpa, consiguen entretener y divertir al lector, “porque siempre te ríes de ver a otro hacer las cosas que tú haces. Por ejemplo, quien haya tenido niños, las carreras y los gritos a la hora de llevarlos al colegio”, y en la novela se cuenta como si fuera un sprint diario, sonando Carros de fuego y compitiendo con otras plusmarquistas para conseguir meter al niño en el colegio mientras suena la alarma.

No podría estar más contenta es realidad y humor irónico, con situaciones tan reconocibles para todos, que la risa surge de identificarse con María “porque casi todas las vidas se parecen mucho”.