Cultura

MUESTRA

‘Memorias con alma’, un viaje en miniatura por el siglo XIX

Las hermanas Romance Sánchez recuperan la opulencia del pasado. El Centro Ibercaja Huesca acoge
esta exposición hasta el 6 de enero

Dos visitantes observan las miniaturas que conforman Memorias con alma.
Dos visitantes observan las miniaturas que conforman Memorias con alma.
Javier Navarro

A Sara Romance Sánchez siempre le han interesado las miniaturas, un gusto que contagió a sus hermanas Belén y Yolanda, que con la ayuda de su madre Rosa han reproducido a pequeña escala el siglo XIX, un trabajo que comparten con los oscenses en Memorias con alma, una exposición que se puede visitar en el Centro Ibercaja Huesca hasta el próximo 6 de enero, en horario de 11:00 a 13:30 y de 17:30 a 20:30 horas de lunes a viernes, y de 11:00 a 13:00 horas, los sábados.

El aula 4 del Palacio de Villahermosa ha retrocedido en el tiempo. Se trata de un viaje al pasado en el que diferentes escenarios en miniatura muestran aquellos salones donde se reunían aristócratas y políticos, tiendas, entre ellas Ultramarinos La Confianza, escritores, reyes y reinas, músicos, salas juegos, la escuela, un libro en conmemoración al establecimiento La Tabla Nueva, una pequeña escena del cuadro de la Campana de Huesca, un libro real, un joyero y un monedero de plata con dos monedas de Napoleón, ambos del siglo XIX. Todo ello conforma pequeños rincones que evocan los más bellos sentimientos y emociones de quienes los contemplan.

Observar a las damas vestidas de forma elegante, escenas salpicadas de exquisitos aromas y la riqueza literaria y artística, sorprende al visitante que también se encuentra con parte de la historia del siglo XIX, Fernando XII, Isabel II, Espartero..., y la crisis del 98 donde España puso fin a su imperio de ultramar.

Los detalles están muy cuidados en esta exposiciónque alberga el Centro Ibercaja Huesca.
Los detalles están muy cuidados en esta exposiciónque alberga el Centro Ibercaja Huesca.
Javier Navarro

Eso es Memorias con alma, la minuciosidad del detalle y el trabajo llevado a cabo durante seis meses por Sara, Belén y Yolanda Romance, siempre con la complicidad de su madre, Rosa Sánchez, que se ha encargado de buscar en anticuarios piezas que contribuyeran a mostrar “la sociedad y la historia del siglo XIX, dando una visión general, pero abarcando sólo una pequeña parte, la de la opulencia”, ha explicado Sánchez a este periódico, que ha calificado esta muestra de “muy novedosa” en la capital oscense ya que “este tipo de exposiciones está muy de moda en ciudades como Madrid”, y lo que ellas han querido es que llegue a Huesca.

Al entrar en el aula 4 del Centro Ibercaja lo primero que hace el visitante es sonreír. A la mente llegan esas casas de muñecas que una feria de artesanía o en el escaparte de una tienda y que siempre, llaman la atención. Una vez dentro se van descubriendo las diferentes partes que conforman Memorias con alma.

La muestra reúne pequeñas piezas que sorprenden al visitante.
La muestra reúne pequeñas piezas que sorprenden al visitante.
Javier Navarro

El punto de partida es la historia de España con Fernando VII y la Constitución de 1812. En la escena aparece una medalla de la Orden de Isabel la Católica junto a una baraja de cartas en las que están escritos los artículos de la Carta Magna. En otra sala en miniatura del palacio está Isabel II apoyada sobre su escritorio, donde al fondo, en un antiguo cofre dorado, se guarda su moneda. Las escenas históricas siguen transcurriendo. Aparecen Mendizábal, Amadeo de Saboya, la I República y la restauración borbónica con Alfonso XII, donde el visitante se topa con otro libro real, un sello, un reloj con la imagen de su esposa y su moneda.

El recorrido histórico termina con la crisis del 98 representada en un marco antiguo con la pérdida de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam, que pasaron a depender de Estados Unidos.

En cuanto a la parte cultural, en lo primero que se detiene la vista es en dos teatrillos tallados en madera y pintados a mano donde se representan dos obras de Tchaikovski, El lago de los cisnes y la Bella durmiente. Muy cerca, el edificio de la Biblioteca Nacional y libros de los más ilustres escritores del siglo XIX, entre ellos Cervantes. Tampoco falta la recreación de la escena de La dama de las camelias, de Alejandro Dumas.

Una mantilla negra bordada a mano y traída de París luces sobre una de las muñecas.
Una mantilla negra bordada a mano y traída de París luces sobre una de las muñecas.
Javier Navarro

Apenas se avanza unos pasos, cuando perfumes y aromas despiertan los sentidos. Sorprende una dama muy bien vestida que muestra otro joyero francés de siglo XIX e infinidad de esencias. Además, dos grandes cajas una de madera, que servían por aquel entonces para guardar peines, espejos, flores secas...y todos aquellos objetos que formaban parte de su intimidad, completan este apartado.

Al seguir el trayecto, otra bella dama de tez pálida, ojos grandes y vestida de gala, luce sobre sus hombros una mantilla negra bordada a mano traída de París para hacer más especial el final de esta andadura.

En un corto intervalo de tiempo, “sentimientos y emociones inundan la sala. Juguetes, libros reales, reyes, reinas y pequeñas baratijas mezcladas con auténticas joyas, recuerdan aquellos objetos del pasado que guardamos con tanto cariño en los lugares más especiales”, apunta las hermanas Romance Sánchez sobre Memorias con alma. Son objetos “corpóreos y espirituales que nos recuerdan momentos que nuestra memoria se resiste a olvidar. Relojes que marcan el paso del tiempo, nuestros libros favoritos, diminutos pergaminos que quizá cuenten fantásticas historias, un perfume..., misteriosos enlaces que nos llevan al pasado para revivir aquellos maravillosos instantes, memorias que habitan en el alma”.