Noelia Rodríguez: “Entrar en ‘La voz’ fue divertido, intenso, curioso y una oportunidad de aprender”

Los que te hemos visto en La voz creemos que has dejado el pabellón muy alto. ¿Cómo valoras tú tu paso por el programa?

—Lo valoro como una experiencia muy positiva. Ha sido divertido, intenso, curioso, una oportunidad de aprendizaje. Me ha servido para conocerme en ese contexto, conocer gente súper talentosa y estupenda, y para vivir el programa desde dentro y poder juzgarlo desde el conocimiento.

¿Satisfecha con el resultado?

—Sí. Creo que he tenido una muy buena trayectoria. Llegué hasta el asalto final, que no me lo esperaba. Además, creo que, dentro de la línea y la narrativa del programa, he sido muy yo, muy natural. Me he subido a ese imponente escenario desde la seguridad y la confianza, y eso me hace estar también orgullosa. Creo que vivir la experiencia con la perspectiva correcta y los pies en el suelo es la clave para poder disfrutarla al máximo y terminar el viaje, en la fase que sea, con la sensación de haber hecho un buen trabajo.

¿Entrar en La voz es un sueño hecho realidad?

—Pues lo cierto es que no (risas). Llevaba años rechazando la idea de presentarme a cualquier tipo de programa de talentos, y a La voz concretamente porque es el que más me mencionaba la gente. Pero mi amigo Lorenzo Montull mandó la inscripción por mí, cumpliendo una amenaza que me hizo hace tiempo, y aquí estamos (risas). Era la primera vez que mandaba un vídeo para el casting y sin ninguna pretensión más allá de probar, a ver qué pasaba. Y digo ahora que no me arrepiento y me alegro de que Lorenzo me inscribiera. Me ha sorprendido gratamente y repetiría la experiencia sin dudar.

¿Cuáles crees que han sido tus mejores actuaciones?

—Disfruto mucho compartiendo la música y cantando con gente con la que tienes conexión, así que La Batalla, sin duda, fue la que más disfruté. Gocé muchísimo con mis compañeras y creo que nos salió brutal. Era un tema complejo, además, pero hubo una conexión especial que nos llevó a hacer una actuación de 10. Por otro lado, la fase de Asaltos con You make me feel like a natural woman de Aretha Franklin, quizá no fue mi mejor actuación vocal, pero sí la más especial.

¿Cómo ha sido trabajar codo con codo con Antonio Orozco?

—Antonio fue muy divertido y sincero. En ese contexto fue una persona muy cercana. Daba buenos consejos en los ensayos y había un sentir general en el equipo de mucha verdad y amabilidad en sus palabras. ¡Fue bonito poder conocerle y abrazarle!

¿Y con Nathy Peluso?

—¡Es una terremoto, llena de energía, fuerza y buena vibra! ¡Verla y compartir unas palabras con ella te daba un chute de energía brutal! Se puso a hacer una plancha en el suelo, mientras nos decía unas palabras de ánimo antes de los asaltos, para explicarnos cómo se activaba ella antes de los conciertos (risas). Es una diva.

¿La tele da tanta visibilidad como parece?

—Creo que sí, es una buena manera de que gente que no te conozca te ubique en el mapa. Huesca es una ciudad pequeñita y yo, personalmente, conozco a mucha gente y mucha gente me conoce a mí, pero ahora me mira muy fijamente gente desconocida por la calle (risas). En mis bolos, durante la emisión del programa, mucha gente se acercó a felicitarme y a decirme que me seguían. Y también están saliendo propuestas nuevas a raíz de esta exposición. Lo bueno es que en un programa de nivel nacional amplías fronteras y te ven en Zaragoza, Fonz, Pamplona, Barcelona o Madrid. Todo lo que salga de aquí bienvenido será.

¿Con quiénes de tus compañeros has tenido una mejor relación?

—“¿Con quién no he tenido una buena relación?” sería la pregunta correcta. No hay rivalidad, ni la sensación de competición en la que unos son mejores que otros. Íbamos todas a una. Mis compis de equipo han sido una pasada. ¡Y mis compis de batalla, Olana y Noemí, para siempre en mi corazón! Pero Ylianna, Elsa, Lorient, Ronia, Larissa, Alejandro, Justas, los chicos de La llave... En fin, que nos tenemos que ir de casa rural juntos pronto (risas).

¿Cómo se vive una experiencia tan intensa embarazada?

—Pues así, muy intensamente (risas). Ha sido un cúmulo de emociones, por los dos lados. Tampoco tengo manera de comparar con otras vivencias: ha sido mi primera vez en La voz y es mi primer embarazo. Supongo que el combo de hormonas revolucionadas y la emoción de la experiencia del programa me ha hecho vivirlo de la manera más especial posible. Tuve momentos de sentir que no podía controlar mi emoción, que estaba todo mucho más a flor de piel, tuve momentos de relativizar, de vivir desde la calma, incertidumbre, algo de miedo, euforia,... Vamos, una montaña rusa. Pero una de las guays, sin mareos ni vómitos. Me he permitido sentir y fluir, teniendo claro que algo así no se iba a repetir nunca. Por eso ha sido tan especial.

¿Después de esta experiencia llega ya tu merecido descanso?

—Pues aún no. Sigo trabajando en Mumo, en la escuela, con mis clases de canto y mis alumnos y alumnas, que por cierto son maravillosos y me han apoyado a muerte y celebrado todos mis logros. Y tengo todavía algunos conciertos hasta final de año; algunos eventos privados y otras fechas como el 10 de diciembre en Gurrea de Gállego dentro del Peca, en un concierto que será muy bonito, o el 23 de diciembre con la Huesca Big Band en el Teatro Olimpia. Esas sí serán mis últimas actuaciones para acabar un 2023 increíble, que me ha traído cosas maravillosas. En enero ya pararé y esperaré emocionada la llegada de mi bebé, pero hasta entonces espero veros a todos y todas en diciembre en estas fechas tan especiales.