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Javier Gómez: una carrera fotográfica llena de odiseas, muestras y éxitos

El oscense recibió el ‘Sergio Estévez’ en la Feria de Arte Contemporáneo Mundart-Madrid

El fotógrafo se alzó con el galardón el pasado 8 de noviembre.
El fotógrafo se alzó con el galardón el pasado 8 de noviembre.
S. E.

El amor de una niña por su caballo ha conseguido otorgarle al fotógrafo oscense Javier Gómez el premio Sergio Estévez en la novena edición de la Feria de Arte Contemporáneo Mundart-Madrid el pasado noviembre. Esta era la sexta vez en la que se presentaba. En todas las anteriores había quedado finalista, pero en esta ocasión lo logró e hizo valer esa famosa frase que dice que ‘el que la sigue la consigue’.

La exposición consta de una serie de cuatro fotografías. “Tenía claro que para esta ocasión quería fotografiar caballos, pero no sabía cómo hacerlo”, afirma. Al principio, no le convencía el resultado, pero tras unos días se dio cuenta de un detalle que le llamó la atención.

“En una de las últimas fotos que saque un día, mi sobrina lo toca y me vino la inspiración; volví tres días consecutivos para continuar”, explica.

El desenlace de lo que pasó ya lo sabemos y ahora es momento de disfrutar y recoger los frutos. El premio, para él, supone un punto de inflexión; sobre todo, por todos los años en los que el artista ha tenido que enfrentarse a gente de mucho nivel que se presentaba en la feria mostrando trabajos que estaban de diferentes disciplinas.

El oscense todavía recuerda el primer momento en el que le ofrecieron participar en la feria. Y desde ese instante ha sido un reto para él. “Se presentaba gente que era la mejor de pintura en España. Como poco lo que quería era ponerme a su altura”, continúa.

Gómez dice que cada premio es un mundo y cada exposición “es única y valiosa individualmente”, pero reconoce que este es diferente y especial.

“El premio representa un reconocimiento no sólo a mi trayectoria en la feria durante estos seis años, también con ello alcanzas una posición destacada en el ámbito artístico español”, considera.

Y es que no es para menos. Pocos pueden decir haber conseguido un premio que es de los más prestigiosos en España. Sin hablar de Aragón porque, según señala, ha sido “el único aragonés que se ha podido presentar en estas últimas seis ediciones”.

Echando la vista hacia atrás, el artista reflexiona sobre la evolución de su fotografía y reconoce mejoras significativas en calidad y expresión. Destaca “un cambio notorio al imprimir más sentimiento y dedicación en su último trabajo”, aunque admite que “siempre ha confiado en hacerlo bien”.

Los ecos del galardón todavía perduran y el abanico de proyectos se abre. “Estoy percibiendo bastante interés internacional por mi trabajo. Hace poco una galería de arte en Salerno (Italia) me ha contactado para realizar una exposición”, sostiene, aunque comenta: “Es que me conocen en muchos sitios, sobre todo en Madrid, pero en Huesca nadie”.

Inicios

Precisamente hace 12 años, Gómez comenzó su carrera en Huesca. Exposiciones en el mítico Centro Raíces, en el Hotel Abba o en el Pedro I le hicieron ganar reconocimiento local, también gracias a las apariciones frecuentes en periódicos.

“De ahí di el salto a la escena artística nacional”, explica, y añade. “Me acuerdo que una de las primeras fue en Madrid, en Embajadores. Inicialmente estaba programada por tres semanas pero fue extendida a tres meses debido a la cancelación del artista anterior. Estar tres meses exponiendo en la capital es muy difícil de conseguir”.

Con el tiempo, Gómez ha ido acumulado una impresionante cantidad de exposiciones en Madrid, alrededor de 65. Además de la capital española, ha llevado su trabajo a otras ciudades como Zaragoza, Canarias, Málaga, y ha trascendido fronteras, exhibiendo en lugares tan diversos como Nueva York, Praga, Madeira y San Petersburgo.

Y, aunque comenzó sus inicios con una cámara Olympus y luego Nikon, su arma secreta es Sony, marca con la que ha sido fiel durante aproximadamente cuatro años y medio “porque es otro mundo”.

Próximamente

Los trabajos de Gómez se podrán ver próximamente en Pamplona, aunque el tema todavía no le queda claro. “Mi intención es hacer una mezcla desde mi primera exposición en Huesca en el Centro Raíces hasta la más reciente”, explica.

Confiesa que ve difícil volver a exponer en Huesca, sobre todo porque “no hay sitios”. “Si no expones en el Abba u otro lugar privado no tienes donde mostrar tus obras... De hecho creo que es una buena idea de negocio: montarse una galería (risas)”, considera.

Para él, el papel de las redes sociales en la promoción es importante, aunque reconoce el desafío que supone la democratización de la fotografía “aumenta del listón artístico”.

En cuanto a futuras oportunidades, Gómez deja claro que, aunque ganar reconocimientos y premios puede abrir puertas, volver a exponer “dependerá de las invitaciones que reciba” porque “lo importante es que te llamen”.