Cultura

LA ENTREVISTA

Luis Escudero: “El público de Huesca ya ha demostrado que ama la rumba”

El músico participa en Rumbeando la Navidad, que se celebra este domingo (14:00 horas) en la Plaza Inmaculada

Willy Giménez, Pitrón Giménez, Luis Escudero, Encarna Moreno e Iván Hernández, músicos del proyecto.
Willy Giménez, Pitrón Giménez, Luis Escudero, Encarna Moreno e Iván Hernández, músicos del proyecto.
S. E.

Aunque estamos acostumbrados a verle como programador de los mejores conciertos de flamenco de la capital oscense, Luis Escudero Tan (Huesca, 1977) también tiene su faceta artística. “Cuando es necesario dinamizar a mis propios compañeros me pongo guitarra en mano a rumbear como uno más”, asegura.

Así lo va a demostrar este domingo en el concierto Rumbeando la Navidad, que cierra el vermú organizado por el Ayuntamiento en la Plaza Inmaculada (14:00 horas).

Junto a Willy Giménez, Pitrón Giménez, Encarna Moreno e Iván Hernández, el oscense ofrecerá un repertorio basado en los temas más míticos de la rumba navideña, con éxitos de Peret, Raya Real, Chunguitos y Gypsy Kings.

“Tenemos que dejar un excelente sabor de boca para que todo el mundo vaya a su casa a preparar su cena de Nochebuena de buen humor y con ganas de fiesta”, avanza.

Escudero cree que Huesca, a lo largo de los años, “ya ha demostrado que ama la rumba y seguro que la gente no va a parar de bailar al compás del ventilador”.

Y eso es en parte gracias a Luis Escudero, organizador de la Primavera Flamenca y fundador de Norte Flamenco, que acercan a nuestra tierra “un estilo que está muy de moda en Andalucía desde hace años y que está llegando a la Comunidad de Madrid y Cataluña”, destaca.

Con una página web (https://norteflamenco.com/) cada vez mejor posicionada, a Escudero le llaman “de toda España para pedir grupos de todos los estilos”.

Pero en vez de programar, este domingo le toca a él entretener al público con la actuación, que de momento no le está poniendo nervioso. “Sí tengo tensión escénica”, muy necesaria “por respeto al público”, concluye el siempre genial Luis Escudero.