Nerea Díez: “Los personajes de Juanarete me enamoraron, ¿Cómo le voy a decir que no?”

La dibujante oscense Nerea Díez y el guionista zaragozano Juanarete, dan vida a Gatos de cementerio, un cómic de GP Ediciones publicado recientemente y que narra las aventuras de una pandilla de chavales y un grupo de felinos en un camposanto como escenario.

“Hice el grado superior de ilustración en la Escuela de Arte de Zaragoza y cuando acabé justo sacaron el grado superior de cómic. Y entonces me apunté y lo hice. Para las prácticas me tocó la editorial GP, que consistían básicamente en diseño de personajes”, relata Nerea.

Para esas prácticas, la editorial le puso en contacto con el guionista. El trabajo conjunto de ambos gustó tanto que el libro conoció a sus lectores en las presentaciones realizadas en Huesca el 15 de noviembre en la librería Másdelibros y el 14 de diciembre en Santos Ochoa. La obra también ha estado presente recientemente en el Salón del Cómic de Zaragoza. “Era la primera vez que estaba yo ahí como autora, me hizo mucha ilusión”, asegura la dibujante oscense.

Para Nerea ha supuesto además explorar un nuevo campo dentro de la ficción. “La fantasía no es un género que suela tratar”, confiesa la autora, “yo no voy a una librería buscando historias de fantasía, pero la verdad es que los personajes me enamoraron y entonces dije, ¿Cómo le voy a decir que no?”. El cómic lo ha realizado utilizando técnicas digitales, con un estilo “más ‘cartoon’, realista en algunos casos, aunque no se acerca del todo”.

Juanarete, “nombre de guerra” del zaragozano Juan Pérez, cuenta ya con una amplia trayectoria como escritor y guionista. Entre sus últimas obras se encuentra así Plomo y Gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia (GP ediciones, 2023, con dibujo de Manuel Granell).

“Siempre he escrito sobre temas históricos. Pensé una historia para hacer un tebeo de fantasía, lo pasé la idea a la editorial y la editorial la compró”, relata el autor. Explica que el guion estaba escrito, en un principio, “de una manera técnica”. “Todo lo que aparece en el tebeo está descrito, se ha trabajado en el guion y la definición es la viñeta: tanto los planos, los ángulos, la óptica visual, todo lo que aparece. Nerea aportó mucho más y mejoró lo que yo le proponía”, señala Juanarete. De tal manera que decidieron cambiar el final para no cerrar la historia, con la mente puesta en una segunda parte ya en proceso.

“Viendo la capacidad técnica de Nerea escribí ese último final por escenas. Eso significa que la definición ya no es la viñeta, sino el conflicto que sucede”, añade el autor. De esta forma, “el punto visual, el óptico, ‘donde se pone la cámara’, ya lo desarrolló Nerea, porque tiene una capacidad increíble”. La historia, describe el autor, iba a ser “exclusivamente fantasía”. “Pero te pones en la piel de una pandilla de chicos y chicas adolescentes, que son los protagonistas ‘humanos’ del tebeo y tienes que contar las cosas que les suceden. Si no, no contextualizas bien a los personajes y no los enriqueces”, afirma.