Miguel Martín: “Para mí es un lujo poder dedicarme a la comedia”

Conoce El Veintiuno a la perfección. De hecho, estuvo entre los asistentes al “milagro” que supuso volver a ver a Iván Ferreiro en la sala. Pero hoy le toca a él estar encima de las tablas, a las 22:00 horas. Miguel Martín, oscense de nacimiento, aunque vive en Madrid, es cómico, humorista, actor, monologista y colaborador de Hora Veintipico en la Cadena Ser. Vuelve a la capital altoaragonesa con un monólogo en el que hay espacio para la improvisación y la interacción con el público.

“Me gusta jugar con ellos, aunque a vece se da y otras no. Pero si se puede, intento hacerlo porque me encanta”, afirma. “Al final, eso es lo que hace que cada espectáculo sea diferente y se vuelva irrepetible porque estás trabajando con lo que está pasando en directo”, continúa.

Para el monólogista, tiene que salir de una manera “natural”. “Es como si estuviese de caña con tus amigos y de repente alguien cuenta una historia muy graciosa”, explica.

Además, el cómico señala que en este tipo de actuaciones es igual de importante “lo que se cuenta como el cómo se cuenta”.

Por ello, pone en valor la figura del cómico. “Llevo 17 años dedicándome a la comedia y siento que es un oficio que se va aprendiendo. No creo que todo el mundo puede ser gracioso”, explica.

Además, Martín matiza esa frase que se suele decir de que ‘España es un país que se ríe de todo’. “Cada vez creo que se tiene la piel más fina. Tengo la suerte de tener un público que cuando viene a verme, la gran mayoría lo hace con ganas de pasarlo bien, pero hay veces que es complicado”, asegura el cómico.

Martín dice tener una máxima a la hora de trabajar. Intenta que su energía y las ganas de pasarlo bien se transmitan al público. “Para mí es un lujo poder dedicarme a la comedia y estar cada noche con gente distinta para hacer que se diviertan”, asegura.

Cuenta que con el tiempo ha cambiado la manera de hacer las cosas. Hay chistes que sigue haciendo desde que empezó y otros, por el contexto sociopolítico actual o porque ya no le hacen gracia, han dejado de estar en su repertorio.

“Al final, hay chistes que aún me siguen gustando. Normalmente, acabo el espectáculo con el primer chiste que escribí. Es como cuando un grupo acaba su concierto, hace un bis y toca su tema más famoso para cerrar”, apunta, aunque remarca. “Pero mi responsabilidad también está en ir creando cosas nuevas porque, además, es algo que me motiva a continuar”.

Las redes sociales han cambiado la manera de trabajar del cómico. Reconoce que al principio “pasaba de ellas”, pero ahora se las toma como si fueran parte de su trabajo, por ello, suele ser muy activo y le da la importancia que cree que tiene.

“Invierto tiempo y energía en crear nuevo contenido y que la gente me conozca. Pese a la trayectoria, hay un grueso de público que no sabe quién soy”, finaliza Martín.