Miguel Ángel Buj: “Aunque ya son mayores, quería dedicar esta novela a mis hijos”

“Tres personas vestidas como Reyes Magos han sido detenidas la mañana del 6 de enero”. No, no es una noticia real, pero es la primera frase que los lectores pueden leer en La detención de los Reyes Magos (Mira Editores, 2023), la tercera novela de Miguel Ángel Buj, autor turolense afincado en Huesca. El escritor fusiona literatura y humor, como se evidenció con La terrible historia de los vibradores asesinos (Mira Editores, 2011), y posteriormente con La sota de bastos jugando al béisbol (Mira Editores, 2014).

Explica que su amor por la lectura es innato y arraigado desde su infancia. “No tengo recuerdos de un momento en el que no estuviera inmerso en un libro”, afirma. En cuanto a la escritura, Buj menciona que recuerda algunos intentos durante su infancia, “aunque de manera intermitente”.

“Pueden pasar largos periodos sin escribir y luego dedicar mucho tiempo a la escritura. No me preocupa, lo hago cuando me apetece”, explica.

Sobre La detención de los Reyes Magos, revela que la motivación detrás de escribirla está en el deseo de dedicársela a sus hijos. “La novela desde el principio hace referencia a un juguete ficticio, el ‘miniponiom’, con el que solíamos hacer bromas cuando eran niños. Aunque ya son mayores, quería dedicarles este libro”, argumenta.

“Su reacción fue muy graciosa, aunque no pueden ser imparciales porque soy su padre (risas). Todos estos años hemos bromeado con ello y cuando publiqué la novela me dijeron: ‘Pero nos vas a decir de una vez qué es’”, continúa.

El escritor cuenta que ha pasado tiempo desde que la escribió, pero sostiene que ha sido bueno para el texto. “Hace muchos años escribí una novela que me pareció maravillosa. Y cuando la leí un tiempo después, me dio vergüenza ajena. Me ponía colorado solo. Finalmente, no salió a la luz. Por ello, creo que es muy importante dejar pasar el tiempo. Si al releerla te convence, seguramente está razonablemente bien”, explica.

Además, afirma que “referencias propiamente dichas” no toma, porque lo que le gusta es la creación. “El lugar es inventado y para mí es más satisfactorio porque disfruto más la labor de creación que la de mero testigo”, explica.

El tipo de historia es coral y es algo que le gusta. “El azar, cómo se entremezclan las vidas..., por ello, siento una influencia de Andrea Camilleri”, piensa.

“El hecho de que sea una novela coral me ha hecho darme cuenta de que es más difícil estructurarla bien. Sobre todo porque muchas de las historias avanzan a la vez”, dice. Y, por tanto, para él, el equilibrio es más difícil que cuando se cuenta la historia de un personaje.

“Me gustaría, sin saber la temática, retomar esta manera de escribir. Parece más interesante que las típicas en las que se cuenta la historia de una persona o familia”, finaliza.