Miguel Lardeta: "Las etiquetas se pueden poner los a los libros, pero no a los autores"

La nueva novela del autor oscense Miguel Gardeta, Bastón de Ébano está ambientada en el siglo XIX victoriano. En ella recrea los pasos del asesino en serie más famoso de la historia, Jack el Destripador, que se mezclan con los de otro también famoso, H. H. Holmes, y consigue que esas coincidencias de sus vidas sean más que eso.

“La documentación ha sido fundamental”, cuenta Gardeta, quien presenta la obra esta tarde, a las 19:00 horas en la Biblioteca Ramón J. Sender junto a otro escritor, Mariano de Meer.

“Por una lado ha sido sencillo porque todo está contado de manera cronológica y al detalle, pero por otro ha sido un proceso muy largo porque no me dedico a la escritura a tiempo completo”, explica Gardeta.

Ha tardado unos tres años, aunque admite que esta historia llevaba en su cabeza desde los 15 años. “Cuando empecé a descubrir el mundo de la lectura y de los asesinos, me tropecé con la figura de Jack el Destripador y me cautivó automáticamente; sobre todo, por el misterio que genera y porque han pasado 125 años y nadie sabe quién es todavía”, afirma.

El autor dice que la acogida ha sido bastante buena, a pesar de que ha sido “algo caótico pretender presentarla”. Salió a la luz en mayo, y con ella ha estado en la I Feria del Libro de Jatiel, en Teruel, y desde septiembre ha estado visitando bibliotecas de toda la comunidad, de las que sólo tiene palabras de agradecimiento por su gran labor.

“En Aragón tenemos una cosa muy buena: aunque las bibliotecas sean pequeñas te abren sus puertas. Está siendo un periodo de presentaciones muy gratificante”, sostiene.

Gardeta tiene formación en Criminología, lo que le ha ayudado a moldear la historia. “Y, sobre todo, a digerirlo mejor y a poner distancia. Cuando te metes en la mente del asesino y narras estos sucesos necesitas un poco de terapia porque al final no son personas normales”, considera el escritor.

La historia de Jack el Destripador y H. H. Holmes, aunque de por sí es interesante, es un mero gancho y una excusa para hablar de los sentimientos, algo de lo que está novela irradia. “Si te quieres quedar en la parte de los asesinos está bien, pero Bastón de Ébano también te ofrece ir un poco más allá”, confirma.

Y es que la protagonista verdadera es una mujer que investiga el pasado de su familia. Se enfrenta con el oscuro pasado de su familia y es quien tiene que asimilar ese tipo de atrocidades que su tatarabuelo supuestamente ha cometido. La obra, aunque se podría enmarcar dentro del género de novela negra histórica, quiere huir de las etiquetas.

“Tengo varias novelas de suspense, de humor, un libro de relatos… He tocado muchos palos, por ello, creo no se puede encajonar a los autores. Las etiquetas se pueden poner a los libros, pero no a los autores”.