Una reflexión sobre la memoria, el subsuelo, la oscuridad y el olvido

La memoria, el subsuelo, la oscuridad y el olvido son los temas centrales de Búho, una obra de Titzina Teatro que podrá verse en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner dentro del ciclo Jueves a Escena (20:30 horas), del Ayuntamiento de Huesca.

“En todas nuestras obras trasladamos preguntas que nos abordan durante la creación. En este caso, acompañamos al público en un viaje a la mente de Pablo, quien sufre una amnesia severa y cómo trata de recomponer el puzle de su memoria”, asegura Pako Merino, director y protagonista de la obra junto a Diego Lorca, creador también de la dramaturgia.

El personaje central del montaje es Pablo, un antropólogo forense especializado en restos paleolíticos que sufre un accidente trabajando. 

Padece una amnesia que le imposibilita conectar con sus recuerdos más banales, pero, gracias a su trabajo, es capaz de conectar con la memoria colectiva del ser humano a través de análisis de rastros humanos del paleolítico.

Para informarse bien sobre la memoria, los impulsores del proyecto acompañaron durante meses al equipo de neuropsicología, pacientes y familiares del Instituto Guttmann de Barcelona y Badalona.

“Estuvimos cada día con pacientes que trabajaban para reconstruir su memoria a través de una serie de ejercicios bastante repetitivos”, confirma.

En cuanto al subsuelo, otro motor de inspiración, transitaron “las entrañas de Madrid y Barcelona -en algunos casos de forma ilegal- con exploradores urbanos que se adentraban en el oscuro espacio del subterráneo urbano”.

Acompañaron también a la Unidad de Subsuelo de los Mossos d’Esquadra de la ciudad condal y al conservador de las pinturas rupestres de las Cuevas de Puente Viesgo (Cantabria), pasando incluso “24 horas en el interior de una cueva”.

Este espectáculo, el sexto de la compañía en 23 años de trayectoria, apuesta por “una dramaturgia en clave de thriller y una puesta en escena con una gran carga plástica y visual”, descubre.

“La sucesión de escenas y cambios temporales están apoyados en un diseño de luces y una banda sonora músico-ambiental compuesta especialmente para la obra”, agrega.

Aunque “toda obra de ficción tiene en mayor o menor medida algo de autobiográfico” y “siempre hay rastros del autor en cada creación”, en este caso confirman que ninguno de los impulsores ha “vivido en primera persona un caso severo de amnesia”.

Pero eso no les ha impedido escribir un texto que, cada vez que lo interpretan en un escenario, “es difícil que no conmueva” a los espectadores.

“Las reacciones del público, al igual que en todos los espectáculos de la compañía, siempre forman un abanico diverso de opiniones y sensaciones”, valora.

No obstante, lo que más les comentan es que “Búho es un viaje del que una vez que empieza la obra, no te apeas hasta que termina”.

Y la prueba de su éxito es que se ha representado ya en más de 100 teatros de España y Sudamérica. “Lleva dos años en gira y, tengas o no relación con alguien que haya padecido amnesia, la obra te va hacer transitar por escenas muy emotivas con humor e intriga”, destaca sobre una producción en la que “el trabajo actoral y la puesta en escena son encomiables”, sentencia.