Cultura

FOLCLORE

Homenaje póstumo en Aínsa a Ánchel Conte, el ‘maestro del compromiso’

Familiares, amigos, antiguos alumnos y compañeros recuerdan el extenso legado cultural del historiador, escritor y académico de la lengua aragonesa

Biello Sobrarbe, grupo de bailes tradicionales que Ánchel Conte impulsó, cerró el homenaje.
Biello Sobrarbe, grupo de bailes tradicionales que Ánchel Conte impulsó, cerró el homenaje.
Ayuntamiento de Aínsa.

Excepcional, comprometido y generoso. Curioso, siempre dispuesto a aprender y agitador de conciencias, maestro de la libertad. Resumir la vida de Ánchel Conte, el polifacético profesor natural de Alcolea de Cinca, es un reto difícil de abordar, incluso reuniendo a sus personas más cercanas en el emotivo homenaje que se le rindió ayer en Aínsa. Sobre todo porque nunca, ni siquiera en sus últimos días de vida, tal y como explicó ayer su marido Ignacio Barroso, cesó su motivación por seguir produciendo conocimiento, dejando la impronta de su paso por este mundo de diversas y muy enriquecedoras formas.

Enrique Pueyo.
Enrique Pueyo.
Ayuntaiento de Aínsa.

El encuentro pretendía ensalzar a quien fuese uno de los fundadores de la revista Andalán, impulsor del grupo de bailes tradicionales del Biello Sobrarbe y despertador de conciencias en toda una generación de jóvenes sobrarbenses durante su breve pero intenso paso por el Instituto de Aínsa. Así fue como comenzó su periplo en el Alto Aragón: enseñando a pensar, a tener espíritu crítico, a amar la tierra y la libertad. Era finales de los sesenta. Él apenas tenía 24 años. Comunista y homosexual, además de llevar por bandera un modo poco convencional de ejercer como profesor en esa época, derivaron en su despido unos años después.

Chusé Raúl.
Chusé Raúl.
Ayuntamiento de Aínsa.

Su huella, sin embargo, no solo permanece a día de hoy, sino que brilla en aquellos bailes que estaban abocados a desaparecer, y se lee en sus poemas escritos en aragonés, una lengua que a sus alumnos les daba vergüenza hablar y que él aprendió y revalorizó hasta plasmarla en títulos tan emblemáticos como No deixez morir a mía voz. También se puede ver la última gaita de boto aragonesa que ayudó a recuperar en el Museo de Artes y Oficios Tradicionales de la Villa Medieval de Aínsa, a partir de ahora colocada junto a su propio traje del Biello, donado recientemente al ayuntamiento.

El homenaje se ha desarrollado en un Centro Cultural repleto de personas que lo conocieron y muchas otras que no, pero que han sabido de la importancia de su figura en el territorio. Las intervenciones de amigos, compañeros y familiares se produjeron en su mayoría en aragonés, y entre los invitados se contó con la presencia de los grupos musicales La Orquestina del Fabirol y Os Chotos, Javier Giralt y Juan Pablo Martínez, de la Academia Aragonesa de la Lengua, a la que Ánchel pertenecía, la profesora Concha Tovar o Jorge Pueyo, diputado en el Congreso.

Cruz Barrio.
Cruz Barrio.
Ayuntamiento de Aínsa.

También intervinieron sus editores. Marina Heredia destacó que su faceta como poeta nació en Aínsa, mientras que Chusé Raúl Usón en el papel de maestro de ceremonias reconoció su ingente labor como investigador. Una veintena de libros dan fe de su impecable labor, el último Los mudéjares y moriscos de la Tierra de Vera (Almería) en el tránsito del siglo XV al XVI, que vio la luz pocos días después de que él se apagara para siempre en esa misma provincia.

Os Chotos participaron en el homenaje.
Os Chotos participaron en el homenaje.
Ayuntamiento de Aínsa.

Juanjo Generelo, director del Archivo Histórico Provincial de Huesca, recordó la emoción con que Ánchel Conte se sumergía en la búsqueda de información, llegando incluso a llorar viendo documentos, y Cruz Barrio, bibliotecaria del Centro Aragonés de Barcelona, manifestó la enorme suerte que supuso el hecho de que conociese a Ignacio Barroso y se trasladase a Barcelona en 1979. Desde allí realizó la mayor parte de su trabajo como investigador. “Aún recuerdo la ilusión que me provocó conocer a un fundador de Andalán. Me dio permiso para entrar en su vida y ahí sigo”, expuso cariñosamente Barrio. “En aquellos años compartimos momentos históricos, homenajes y recuerdos, y cada una de sus presentaciones de libros se convertía en una fiesta”. Y es que solo él, con su carisma, podía vender en Barcelona cien ejemplares escritos en aragonés.

La Orquestina del Fabirol se sumó a este reconocimiento.
La Orquestina del Fabirol se sumó a este reconocimiento.
Ayuntamiento de Aínsa.

El homenaje continuó hasta primeras horas de la noche, momento en que tomó la palabra el alcalde de Aínsa-Sobrarbe, Enrique Pueyo, recalcando la excepcionalidad de un hombre “que hizo cosas increíbles”. Y tuvimos la suerte de contar con su presencia durante siete años en Aínsa. Nunca podremos olvidar todo lo que hizo por esta comarca. Siempre lo llevaremos en nuestro corazón”. Antes de que el Biello Sobrarbe cerrase el acontecimiento, con esas músicas y movimientos que tantas otras veces habría escuchado y bailado el propio Conte, Ignacio Barroso lanzó las últimas palabras: “Ánchel vive en la lucha por el aragonés, en la lucha contra el racismo y contra toda discriminación. Y vivirá siempre en la lucha de quienes quieren una sociedad de personas libres y iguales”.