Cultura

la entrevista

Paco Cerdà: "Los olvidados son una lección mayor que una victoria estéril, sin poesía"

El escritor valenciano firmará hoy ejemplares en Barbastro y compartirá tertulia literaria con Ignacio Martínez de Pisón

Paco Cerdà en una participación en BFoto.
Paco Cerdà en una participación en BFoto.
S. E.

Paco Cerdà, periodista y escritor valenciano acreditado por el Premio Cálamo Libro del Año 2020 estará hoy en Librería Ibor (18:00 horas) para firmar ejemplares de las novelas 14 de abril, El peón y Los últimos. Voces de la Laponia española. Una hora más tarde, en el Aula Magna de la Uned, compartirá tertulia literaria sobre Los mimbres del relato con el escritor aragonés Ignacio Martínez de Pisón, miembro del jurado del Premio de Novela Ciudad de Barbastro.

De entrada, Cerdà define Barbastro como “mi ciudad talismán. Tengo buenos amigos y he conocido gente súper amable. Si un día existiera la Peña Paco Cerdà se emplazaría allí”. Considera que tiene “mucha historia y se han cuidado premios longevos como el Ciudad de Barbastro y el Hermanos Argensola, con más de 50 años cada uno. Lástima que se haya perdido el Festival de Fotografía Emergente BFoto, que reivindico”.

Hoy la visita y además firmará sus tres novelas que tienen en común “el hilo de la minúscula de la historia o de la minúscula de la realidad; es decir, de aquellos, en apariencia olvidados, incluso derrotados. Creo que son una lección mucho mayor que la de cualquier victoria estéril o sin poesía”.

En su opinión, “muchas veces se ensalzan la victoria y el triunfo en exceso, en la sociedad en general. En la literatura cunde más el ejemplo de aquellos que han sufrido, han tenido un contratiempo y son, directamente, perdedores de la historia, y en ellos hay mucha más poesía que en la victoria”.

En la novela Los últimos, da voz a habitantes de la España despoblada. “Es interesante sentir lo que quieres transmitir. En mis libros intento la posibilidad de compartir dos elementos fundamentales: emoción y reflexión. Es muy difícil emocionarse al rastrear en vidas olvidadas, o sea en la realidad de la España interior, despoblada. En aquellos momentos recuerdo que estaba completamente desaparecida del tapete mediático, político... De nuevo, creo que desaparece porque no está ‘de moda”.

Respecto a 14 de abril, “es la manifestación de cómo hay personas que pagan las consecuencias para que la historia siga adelante. Estos avances no se entienden sin esa letra pequeña, minúscula, sin rostros que se evaporan al día siguiente de los hechos. Recuerdo personas que pueblan mi novela, sin ellos no se entiende como España pasó, en un día, de ser monárquica a republicana”.

En cuanto a El peón, es un “ejemplo de cómo las casualidades y la fortuna hacen posible que un libro avance o quede estancado. Se publicó un mes antes de la pandemia, que secuestró librerías y se quedó en una estantería. Después, comenzó a sonar en medios de comunicación y los lectores lo abrazaron con entusiasmo. Se ha publicado en Francia, ha sido finalista en varios premios, y se publicará en Estados Unidos y en Brasil”.

En esta obra “se difunde la historia de un niño prodigio como Arturo Pomar, instrumentalizado por Franco; y por otra parte, la de tantos peones del antifranquismo que sirvieron a alguna causa colectiva y pagaron un precio muy alto”.