Cultura

CLAUSURA

José Julián Escario: “Los acuerdos de precios entre las empresas nos afectan bastante”

Un coloquio con el profesor y la película ‘¡El soplón!’ cerraron el Ciclo Economía y Cine

Mª Victoria Sanagustín y José Julián Escario, durante el coloquio en el Olimpia.
Mª Victoria Sanagustín y José Julián Escario, durante el coloquio en el Olimpia.
Laura Ayerbe

La película ¡El soplón! (2009), de Steven Soderbergh, aborda lo que sucede cuando las empresas oligopolistas forman un cártel con el objetivo de reducir la competencia, elevar los precios y aumentar sus beneficios, una práctica ilegal criticada este jueves en el Teatro Olimpia de Huesca durante la clausura del XII Ciclo Economía y Cine.

Organizada por el teatro junto al Colegio Oficial de Economistas de Aragón, la sesión se ha titulado La fijación de los precios en los mercados y se ha rematado con el coloquio del profesor José Julián Escario.

En un evento presentado por Mª Victoria Sanagustín, doctora y decana de la Facultad de Empresa y Gestión Pública de Huesca, el ponente ha aportado una visión global sobre las diferentes estructuras de los mercados, en relación a la citada película, que está basada en hechos reales.

Hay muchísimos acuerdos sobre precios entre las empresas, un tema que no se conoce mucho, pero que nos afecta bastante, porque genera que los consumidores paguemos un mayor precio y consumamos menos cantidad”, ha asegurado Escario a este periódico.

En algunos casos, estos agentes “llegan a reunirse semanalmente” e incluso a “contratar los servicios de una consultora” para coordinar estas decisiones “de forma completamente clandestina”, reduciendo así las posibilidades “de que les pille la justicia”, ha proseguido el experto.

Y es que, como consecuencia de esta práctica ilegal, muchas empresas son denunciadas: “La Comisión Nacional del Mercado de Valores sancionó -entre 2015 y 2019- 130 cárteles anuales de media, una cantidad importante, aunque muchos han sabido escapar”.

Una solución a este problema sería que “hubiera más información” y “los clientes tuviéramos un mayor conocimiento de estas conductas”, mostradas en la película ¡El soplón!