Cultura

la entrevista

Francisco Rubio: "Es peligroso poner la defensa nacional en manos privadas"

El coronel y exdirector de la Ciudadela de Jaca acaba de publicar su nuevo libro titulado ‘Guerra S.A.’

Francisco Rubio Damián.
Francisco Rubio Damián.
S. E.

En las guerras de Irak o Ucrania han participado empresas militares privadas, que a menudo son acusadas de masacres, torturas y otros delitos contra los derechos humanos. “No son un fenómeno nuevo”, pues “forman parte del mercado de los servicios militares, que prolifera desde el final de la Guerra Fría”, como explicó el coronel Francisco Rubio, asegurando que, “aunque están muy de actualidad por todo lo ocurrido con la empresa rusa Wagner en Ucrania y África, lo cierto es que la estadounidense Blackwater también protagonizó muchos titulares por su actuación en Afganistán e Irak en la primera década del siglo”.

Su nuevo libro, Guerra S.A., aborda la labor del grupo Wagner, que “actuó en Ucrania como lo haría una agencia estatal rusa y como si perteneciera a las fuerzas armadas del país, participando en los combates”. Además, “se saltó las leyes nacionales, por ejemplo reclutando a presos para la guerra a cambio de recibir el indulto presidencial”. “En todo caso”, aclaró, “sus actuaciones más conflictivas fueron en África”.

En el primer mundo, “muchos países hacen uso de empresas militares privadas”, pero “el principal es Estados Unidos”, según Francisco Rubio, que pone el foco en Blackwater, ya que “en la época más dura del conflicto en Irak, los estadounidenses tenían desplegados más contratistas privados que militares”.

Contratar empresas militares privadas “tiene sus ventajas”, ya que “ahorra efectivos, sabiendo que desplegar menos soldados da réditos políticos”. Aparte, “evita infrautilizar personal bien adiestrado en acciones auxiliares que no requieren formación de combate”.

Ahora bien, el autor alerta “del peligro de poner en manos privadas la prestación de un servicio público esencial, crítico y de riesgo, como es la defensa nacional”. Además, lamenta “la falta de transparencia y la impunidad de los gobiernos que contratan a estas empresas con la intención de negar su participación en conflictos o ejecutar acciones del todo inapropiadas para un ejército”.

La presencia de empresas privadas en conflictos armados “es lícita siempre que no se las contrate para que participen en las hostilidades”. “Es decir, sólo deberían hacer tareas de apoyo o complementarias como abastecimiento, mantenimiento, seguridad, etcétera…”.

Para Francisco Rubio, en España “la prioridad debe ser tener unas fuerzas armadas capaces de hacer frente a todas las necesidades de Defensa, sin tener que recurrir a empresas privadas, cuya contratación debería ser un recurso excepcional”, como indica en su libro, que publicó Espasa el día 6 y se presentó este pasado jueves en la Universidad San Jorge de Zaragoza.

Guerra S.A. La privatización de los conflictos armados "era necesario para cubrir un vacío, ya que no hay literatura que explique cómo funciona el mercado de los servicios militares y el riesgo que conlleva”, como dijo su autor, contento con los comentarios de los primeros lectores, que aseguran que “se entiende muy bien, sin ser un experto”.