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Un viaje lleno de color a través del imaginario de Carlos Closa Planas

La Biblioteca Pública de Huesca acoge la muestra de este artista, afincado en la provincia

La muestra se puede ver durante el mes de marzo en el vestíbulo de la biblioteca.
La muestra se puede ver durante el mes de marzo en el vestíbulo de la biblioteca.
Laura Ayerbe

El vestíbulo principal de la Biblioteca Pública está iluminada durante este mes de marzo con las acuarelas del pintor Carlos Closa. El autor ha creado un universo artístico donde la originalidad y el encanto se entrelazan en cada pincelada.

La exposición transporta a los espectadores a través de un viaje fascinante por las ilustraciones de Closa, quien ha logrado plasmar arquetipos reconocibles en un universo imaginativo muy particular. Sus personajes, a los que cariñosamente llama ‘los colgaitos’, cobran vida en varias de sus obras y transmiten una energía contagiosa de color, optimismo y alegría.

Aunque la obra de Closa es principalmente proyecto de su imaginación, él autor cuenta “que en esta ocasión ha incluido el Castillo de Loarre” con el que lleva al espectador a un viaje que combina el encanto medieval con toques de fantasía contemporánea.

Desde dinosaurios hasta los entrañables ‘colgaitos’, cada elemento de sus obras está imbuido de una cuidadosa documentación y una atención meticulosa a los detalles.

Para él, es definitiva en la influencia del impresionismo en su obra, especialmente de artistas como Monet o Manet de quienes se refleja en la luminosidad y la atmósfera que Closa logra capturar en sus acuarelas, una técnica considera “complicada de aprender”. Su dominio del medio se manifiesta en la mezcla magistral de colores y la sensación de vitalidad que irradia cada obra. Lo que más destaca en ellas es su habilidad para infundir humor y alegría en cada creación, pero como dice él, “sin recurrir a la violencia ni a la agresión”.

Desde una temprana edad, el arte ha sido su pasión, y aunque se apartó de él durante un tiempo, lo retomó con renovado vigor a sus 50 años, tras obtener su título en Restauración de Bienes Culturales.

“Ahí aprendí mucho sobre la técnica y de cómo trabajaban en la Edad Media o el renacimiento”, explica.

La idea de realizar esta exposición viene de hace tiempo. Con Delia Laporte editó un libro llamado Angelote en el que los beneficios fueron para Aspanoa.

“A Santiago Otín le gustó la idea, se expusieron esos dibujos y luego me comentó que hiciese lo mismo con los míos. Y aquí estamos”, finaliza el artista.