Estopa: “Creemos que estamos en nuestro mejor momento”

Pocas bandas como Estopa pueden presumir de perdurar 25 años y de llegar con un nuevo disco con la energía del primero, con una gira con estadios que agota las entradas en minutos y desde ayer miércoles incluso con un tren de alta velocidad con su imagen que sirve como metáfora del momento que viven.

“Creo que sí estamos en nuestro mejor momento”, afirmó a EFE el mayor de los hermanos Muñoz, David, aún incrédulo minutos después de posar en la estación de Atocha de Madrid junto a un AVE vinilado con la carátula de su más reciente álbum, Estopía, mientras su hermano Jose repuso rápidamente: “Bueno, vamos a darnos también un margen de mejora”.

Lo contaron subidos a ese mismo tren, ya en marcha y rumbo a Barcelona como parte de un acto que señala a esta compañía ferroviaria como medio de transporte oficial de una gira que, entre otros muchos puntos, recalará por primera vez en el estadio de La Cartuja de Sevilla (8 de junio), en el Metropolitano de Madrid (22 de junio) y en el Olímpic Lluis Companys de Barcelona (10 de julio), todos con el aforo agotado desde hace meses.

“¡Y las que han salido hoy (por ayer) para el Palau Sant Jordi el 18 de octubre también se han vendido en 10 minutos!”, apuntó David Muñoz, incapaz de procesar que las cosas estén yendo tan “inquitantemente bien” y de no aferrarse por un instante aunque con humor a cierto lado cenizo: “Sospecho que va a venir algún gilipollas a joderlo”.

Uno de los hitos de esta gira de aniversario para los hermanos de Cornellá, “con los nervios por dentro”, será la parada en el estadio olímpico de Barcelona, donde ellos mismos acudieron en el pasado a ver siempre “a (artistas) extranjeros” como Coldplay o Madonna. “Y ella no lo llenó, ¿eh?”, dicen con la sorpresa de que ellos sí hayan cubierto todo el aforo.

“Nos están pasando cosas muy guays este año”, insistieron ambos, antes de señalar lo “superbonito” que ha quedado el tren con la imagen de su disco Estopía (Sony Music), ese “jardín de las malicias” inspirado en el popular tríptico de El Bosco que ha diseñado su amigo Jandi, responsable habitual de sus carátulas.

Señalaron también así en una defensa al trabajo de este artista, que vivió cierta polémica por incorporar inteligencia artificial en su ejecución, algo que él matizó en un comunicado, en el que argumentó que por plazos y el nivel de complejidad de la obra hizo un uso parcial de esta tecnología.

“Ahora, tan grande como se ve en el tren, se puede apreciar por el nivel de los detalles que ha dibujado; eso no lo hace una IA”, defendieron.

Estopa no solo tuvo tiempo para atender a la prensa, sino también para compartir unos minutos con varios de sus seguidores e interpretar cuatro canciones para ellos en mitad de un vagón y con el único acompañamiento de la guitarra y de las palmas.

“Ellos representan la alegría, el buen rollo”, señaló Rubén, uno de esos admiradores que viajan en el tren y que comenzó a seguirlos con su primer álbum, el homónimo Estopa (1999), que consiguió llevar la rumba, un estilo entonces algo denostado, a copar las listas de la radiofórmula entre estrellas del pop.

Veinticinco años después, tras muchos conciertos y algunas “pellas” de clase para poder comprar entradas para algunos de ellos, Rubén acaba de escuchar a solo un par de metros en el tren precisamente uno de los temas de aquel disco, Tu calorro, además de Mañana clara y El día que tú te marches.

“¡Que toquen La ranchera!”, reclamó una voz entre los arremolinados en torno a los Muñoz, que cumplieron el deseo e interpretaron una de sus nuevas canciones con la simpatía que les acompañó toda su carrera.