cultura
Beatriz Frago muestra su exposición "El curso del agua" en el Espacio Pirineos de Graus
La sala 2 acoge hasta el próximo 17 de abril una selección de acuarelas realizadas siguiendo el estilo "sumi-e", una técnica oriental minimalista
Beatriz Frago muestra en el Espacio Pirineos de Graus su exposición El curso del agua compuesta por una selección de acuarelas realizadas siguiendo el estilo "sumi-e", una técnica oriental minimalista que le permite "mostrar un viaje interno, de búsqueda, de curiosidad y descubrimiento en el que el tiempo se para y se escucha en silencio, que se expresa en última instancia a través del pincel y el papel como un músculo mismo del propio cuerpo. Un viaje similar al curso del agua que fluye imparable y decidido redescubriendo caminos y pintando a su paso nuevas veras con color de vida", resume ella misma.
La sala 2 de Espacio Pirineos acoge esta muestra hasta el próximo 17 de abril, inaugurada por la propia artista binefarense el pasado sábado. "Esta muestra ha estado en Huesca, dos veces porque repetí tras la buena acogida, y después en Binéfar", detalló respecto a esta exposición que llega ahora a la capital ribagorzana.
Frago, diseñadora gráfica y artista, destaca la importancia de la técnica, cuyos materiales se exponen también en la propia muestra. "El 'sumi-e' es una técnica oriental minimalista en la que se representan escenas de la naturaleza en un tipo de pintura de un solo trazo, que no admite rectificación. Es en sí perfecta, celebrando los aciertos y asumiendo y aceptando los errores como parte del viaje", explica.
El recorrido por la exposición, cuyas obras de forma casual han dibujado un repaso por las estaciones del año, permite recorrer, tras el símbolo circular del 'sumi-e', "que implica seguridad, equilibrio, y es simple y complicado a la vez", imágenes del invierno con "bambús nevados, minimalistas, elegantes y delicados", nieve también en los pinos, "más de aquí, que me encantan", y varios peces león, "porque soy muy de mar", antes de que emerjan los colores de la primavera en los sitios menos pensados. "A priori, no ves la belleza en los cardos y son una obra de arte en sí misma. Las magnolias, sin detalle, pero con mucha precisión; los lirios, más de primavera y con más colores gracias a la acuarela".
Entre los animales, guiños al origen chino del 'sumi-e' con osos panda; carpas "veneradas en China"; grullas monógamas", puntualiza la artista. Y todos ellos, enmarcados en varios tamaños de aspecto minimalista, firmadas con su sello de autentificación, propio y único tallado en relieve y en tinta de color rojo cinabrio, cuyo significado es “Magnolia feliz”, representando la Magnolia a una flor extraordinaria, de noble corazón y espíritu limpio con profundo respeto a la naturaleza. Algunas obras también van firmadas con un sello de expresión cuya frase significa “en verdad sería dichosa la vida vivida de esta forma”, utopía de todo artista. Ambos sellos se incluyen en la vitrina con los útiles que explican el proceso de creación de la artista dentro del 'sumi-e' al que llegó, confiesa "por casualidad", tras haber pintado antes al óleo, acrílico o resina epoxi. "Me atraen mucho los procesos", confiesa, abierta siempre al aprendizaje y la experimentación como enriquecimiento artístico.
