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Movimiento y emoción se entrelazan en el nuevo álbum del cuarteto Move

El montisonense, Javi Callén, forma parte de este grupo de jazz que conforman Borja Barrueta, Alberto Arteta e Iñigo Ruiz de Gordejuela 

Alberto Arteta, Iñigo Ruiz de Gordejuela, Javi Callén y Borja Barrueta.
Alberto Arteta, Iñigo Ruiz de Gordejuela, Javi Callén y Borja Barrueta.
S. E.

Un poco de John Williams, otro poco de John Coltrane y de Miles Davis, un toque de 'groove', pop, e incluso sonidos afrocubanos. Momentum, segundo álbum del cuarteto Move, es una amalgama de música y de referencias que desembocan en un trabajo en el que el movimiento y la emoción se entrelazan para el disfrute del oyente.

El montisonense Javi Callén (contrabajo), forma parte de este cuarteto de jazz que conforman Borja Barrueta (batería), Alberto Arteta (saxofón) e Iñigo Ruiz de Gordejuela (piano).

Los cuatro componentes tienen carreras en solitario afianzadas. Y es que, sin ir más lejos, Callén estuvo actuando el pasado viernes en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner con Bitácora. Pero esto no quita que para él Move sea especial y que para que este segundo disco, después del homónimo que lanzaron en el 2022, las piezas ya estén bien ensambladas.

“Tenemos mucha experiencia en cuanto al proceso de grabación y edición. Pero lo que sí es nuevo para nosotros es la forma de gestionarnos como grupo. Es algo que sucede poco en jazz”, explica el montisonense.

Con Move han encontrado una fórmula de trabajo, a partir de la realización del primer disco, en la cual saben como aterrizar esas ideas sonoras y estéticas.

“Se da la circunstancia de que funcionamos muy bien en conjunto (risas), no sé por qué. Es una especie de milagro porque cuando sueles hacer algo de manera grupal siempre hay diversidad de opiniones”, señala y continúa: “Es como en ese típico momento en el cual piensas en que tienes que hacer algo y de repente alguien ya lo ha hecho (risas).”

Momentum y Move de cierta manera tiene mucho que ver. Callén explica que les gustaba la idea de llamar al cuarteto Move porque en inglés tiene un doble significado: puede ser movimiento cinético o movimiento emocional. “Y ahora ‘momentun’ es un término que está muy en boga para reflejar un momento de inercia, que es algo que nosotros llevamos”, explica y continúa: “Nos hace gracia llevar una inercia, tropezar y caer”.

Sonido

Las referencias que han tomado para este álbum son muy amplias. Llevan siendo fanáticos de la música toda una vida y eso se siente reflejado en el trabajo. Hay canciones como Sorionekum, que a nivel musical “se siente muy John Williams”.

“Luego hay ciertos ‘grooves’, como en el quinto tema que es Consenso, algo más pop. La cuarta canción Pirámides es estilo John Coltrane, aunque en la melodía hay toques de folclórica del norte”, explica. Y es que Momentum bebe de muchos estilos, tantos que uno hasta se puede encontrar sonidos afrocubanos y folclóricos estadounidenses.

Para Callén, lo interesante es que todo tenga un mismo hilo artístico y bajo el sello Underpool lo han conseguido. “Tienen un catálogo muy interesante y nos han abierto las puertas. Para nosotros es de agradecer”, apunta el músico. A parte, de esas referencias musicales, el álbum tiene una tonalidad vasco-navarra, ya que, además de que los otros tres miembros son de allí, el disco se grabó en un estudio en las faldas del Monte Gorbea, que se sitúa en el País Vasco.

“Dentro del parque natural hay un sitio fantástico y nos hemos movido mucho por ahí. A mí me gusta pensar en ese paisaje navarro-vasco, en lo verde que es”. Durante esas horas en el Monte Gorbea, además de grabar, también habido tiempo para escuchar música porque dentro de su proceso creativo es algo que no evitan.

“Eludir tus referentes concretos puede funcionar en un momento dado; tiene que haber una búsqueda introspectiva para encontrar cosas coherentes con tu discurso expresivo. Pero a nosotros nos gusta escuchar música más allá de nuestra propia existencia artística. Para mí, es inevitable hablar de música, compartirla y disfrutar de ella. Eso por encima de hacerla”, asegura.

El álbum lleva un par de semanas fuera y su sensación es buena, pero se mantiene cautos. “Creo que la prueba de fuego será cuando llevemos la música al directo. Ahí es cuando se ve si funciona o no”, finaliza.

Estética

Una parte fundamental de cualquier obra musical es lo que se ve, y en el caso de Move es algo que cuidan con el mismo ímpetu que su sonido. Y, si en la portada del primer disco era inevitable pensar en The birth of cool del maestro Miles Davis, en esta ocasión volvieron a inspirarse en el trompetista, pero esta vez en Blue Note. La imagen también es simbólica porque la realizaron en el Café Central de Madrid, “uno de los clubes de jazz más míticos y longevos de España”.