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Jessie Tapias: “No sé cómo no se me había ocurrido hacer tortilla de patata en Colombia”

llegó desde el otro lado del charco por amor y es la responsable del Cine Teatro El Molino de Sariñena

Jessie Tapias.
Jessie Tapias.
M. B.

Jessie Tapias Martínez tiene 42 años con alma de 24. Nació en la ciudad de Barranquilla, en Colombia, y llegó desde el otro lado del charco por amor hacia el monegrino David Blázquez. Es la responsable del Cine Teatro El Molino de Sariñena y lleva la alegría impregnada en los poros de su piel, la alegría caribeña colombiana. Jessie es una chica muy fuerte mentalmente y a la vez sensible, le gustan los riesgos y siempre dice que la vida está para vivirla como venga.

¿Cómo se define en una frase?

—¡Soy todo lo que quiero ser!, y mi mantra es: mente abierta.

¿Cuándo llegó a Sariñena?

—Hace catorce años. Dejé el mar por el desierto, cosas que haces cuando te hacen palpitar el corazón a mil o cuando sientes mariposas en el estómago. Y dejas todo ¡lo vives al máximo! Ya tendré muchas historias que contar a mis nietos (si es que los llego a tener). Vivo intensamente y lo exteriorizo todo. Ahora, estoy donde quiero estar.

¿Cómo le acogen los sariñenenses?

—Genial, muy bien, he hecho bonitas amistades, ¡de esas que valen oro! Como si fuesen de toda la vida. Como hablo mucho y si encuentro para hacer buenas migas… rápidamente pasamos a un café. ¡Guapísimas mis vecinas Maribel, Mari Carmen, mi querida Asún! Que me tiene como una hija adoptiva. ¡Eres un sol y lo sabes!

Tres grandes diferencias entre su país y Los Monegros

—La gastronomía, el clima y los paisajes.

¿Qué es lo que echa más de menos de su país?

—A mis padres y hermanos, en ciertos momentos sobre todo en fechas especiales, porque ellos ya tienen su propia vida. Vivimos en diferentes sitios del mundo. Mi madre siempre nos ha enseñado a ser y estar donde queramos. Pero que ella siempre deja la puerta abierta para un regreso. ¡La amo con locura!

¿Qué es lo que más le gusta de Los Monegros?

—La puesta de sol en otoño ¡es muy mágica!, la Laguna de Sariñena, el pantano de San Juan del Flumen, el río Alcanadre. Todo lo que tenga agua.

¿Qué es lo que más aprecia en los demás?

—Su personalidad, carisma, magnetismo. No soporto las personas que fingen. Tengo un sexto sentido para detectarlos, no soporto el victimismo o la manipulación; los intuyo y de lejitos mejor.

¿Qué es de lo que más disfruta en su tiempo libre?

—Estar sola y con el ruido menos posible. Leerme un buen libro. Ir de excursiones, pero sobre todas las cosas disfrutar tiempo de calidad con mi hija.

¿Quiénes son sus grandes héroes o heroínas?

—Mi madre querida porque es una mujer empoderada y me ha enseñado de sus experiencias vividas, y al ser profesora de matemáticas ya te puedes imaginar…. Operaciones y resultados.

Si hablamos de política, ¿se mojaría?

—No me gusta hablar de política, pero si se pudiera hacer algo…, sería cambiar todo el sistema de pies a cabeza de cualquier país del mundo que le haga falta. Los cambios siempre tienen que ser para mejor.

¿Se atrevería a confesar un secreto a nuestros lectores?

—Sí y dos si quieres. No sé porqué no se me había ocurrido hacer tortilla de patata en Colombia teniendo todos los ingredientes. Y, por otro lado, una anécdota de cuándo llegué un 11 de enero. Al ver tanta niebla por la carretera me quise regresar y mi primera palabra fue: ¡pero ¿dónde estoy?! (risas).

¿Qué desearía ver en el futuro?

—A mi hija siendo feliz con lo que le gusta, y más tolerancia y menos arrogancia.

¿Qué genero de películas le gusta más?

—Las de comedia, las basadas en hechos reales, las de amor… y alguna de suspense o terror. Es que, en realidad, soy una cinéfila.

¿Qué películas tienen más público?

—Las de comedia y las infantiles, las que más. La gente va al cine a entretenerse, pero tiene que haber de todo para toda clase de público.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

—Todo; porque trabajas en total libertad, y que no sientes el dedo acusador porque sabes que lo estás haciendo bien, siendo responsable; casi siempre doy lo mejor de mí dependiendo de cómo sea el trato hacía mí.

¿El cine hoy está en un buen momento?

—Se está perdiendo la cultura de ir al cine sobre todo para los más jóvenes y pequeños. No quiero generalizar, es solo mi opinión, no sé si es debido a las nuevas aplicaciones y plataformas con la comodidad de no salir de casa. Pero no hay nada como salir de casa y llegar con ilusión al cine, comprar palomitas y directo a la pantalla grande. Luego sales diferente y con ganas de más.

¿Cuáles son sus expectativas futuras?

—Ojalá llegase a cumplirse. Me veo en una casita frente al Mar en el Caribe colombiano rodeada de palmeras junto a David y ya jubilados. O, tal vez, en una caravana conociendo diferentes lugares de este planeta. l