Nicolás Sesma: “El libro demuestra que la dictadura no fue obra de Franco, fue coral”

La dictadura franquista es una de las épocas que más han marcado la historia de España. Se han hecho películas, series y libros, pero pocos con el nivel de documentación de Ni una, ni grande, ni libre del autor Nicolás Sesma, quien es oscense de adopción. “La idea del libro es demostrar que la dictadura no fue obra de una sola persona, sino que fue coral”, explica Sesma.

Y es que, según él, este es el mismo camino que recorrieron otras dictaduras a lo largo de la historia. “Hace unos 15-20 años la dictadura de Mussolini también se pasó de tener una imagen personalista a reconocer los apoyos sociales y de la clase política; algo que sucedió en Alemania con Hitler y de cierta manera era algo natural que llegara a España”, asegura.

Esta tarde, a las 19:00 horas, presenta el libro en el Benito Moliner, un acto que está organizado por la Universidad Ciudadana de Huesca y en el que estará acompañado por Irene Abad, investigadora y profesora de la Unizar y Carlos Domper, también profesor de la Unizar. “Para mí especial hacerlo aquí porque es donde nació mi hija mayor, donde me he casado y además estaré muy bien acompañado”, continúa.

La investigación recoge las mejores aportaciones de la historiografía nacional e internacional; trabajos que enriquecen el libro y amplían las miras. “La gente de mi generación nos hemos beneficiado de una formación con más presencia en el extranjero. Gracias a esas becas públicas me han permitido recoger esas corrientes que se aplican a la española”, sostiene.

Y, por supuesto, para el libro, también ha investigado y sintetizado lo que se ha hecho en otros puntos de España. “Me apetecía que los lectores vieran que se ha trabajado mucho y muy bien sobre la dictadura en todas las provincias”, explica.

Hay pocos ensayos que pongan en cuestión la España singularmente diferente como lo hace Ni una, ni grande ni libre. “Por ejemplo, el eslogan de ‘Spain is diferent’ fue dañino para España porque una parte lo cogió como un motivo de orgullo y otros como motivo de vergüenza, pero las cosas eran bastante parecidas en Europa, hay muchos ejemplos de ello”, afirma.

Con toda esa información, comenzaron los rompecabezas para plantear cómo hacer el libro. “Quería que fuera muy visual; por ello, he utilizado anécdotas, una imagen de una novela o de una película para que se cuente mucho mejor que simplemente citar las investigaciones”, explica.

Y es que esto era una obsesión porque su planteamiento era claro: “Que entrara mucho por los ojos y que fuera fácil de leer”. “Son casi 40 años de historia y quería hacerlo ligero, pero sin perder la complejidad del fondo”, expresa.

Por ello, lo planteó como si fuese una serie de Netflix. “Cada capítulo de manera independiente con su propia introducción y conclusión, pero con una línea de fondo”, explica.

La recepción del ensayo ha sido muy buena y confiesa estar sorprendido. “Un libro de estas características que tiene 500 páginas de texto y más 200 de bibliografías en la época de las pantallas... Era bastante escéptico. Pensaba que tendría su impacto en los especialistas, pero el boca-oreja está funcionando muy bien”, finaliza.