Kiti Mánver, el arte de permanecer en una profesión “muy golpeada”

Se considera “una privilegiada” porque en una profesión “que esta muy golpeada”, Kiti Mánver, nombre artístico de María Isabel Ana Mantecón, es el vivo ejemplo de “el arte de permanecer”. A punto de cumplir sus 55 en los escenarios y platós, esta actriz sigue con los pies en la tierra, y vive “una vejez muy dulce” en la que no le falta trabajo y en la que sigue disfrutando de lo que más le gusta: actuar.

Desde pequeña, sus padres le inculcaron el amor por las artes. Nacida en Antequera, pasó su infancia en varias ciudades y a los 13 años se afincó en Madrid. Se formó en la escuela de William Layton y con Juan Carlos Corazza, e hizo cursos de danza clásica, canto y escenografía.

A los 17 años debutó en el cine de la mano de Jorge Grau. ‘Chica Almodóvar’, trabajó con el director manchego en Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, Mujeres al borde de un ataque de nervios, La flor de mi secreto y Los abrazos rotos. Con Todo por la pasta (1991) de Enrique Urbizu consiguió su primera nominación y estatuilla a los Premios Goya. La segunda fue por El inconveniente (2020).

Siguió haciendo cine y participó en Te doy mis ojos (Icíar Bollaín), Luz de domingo, Pagafantas o Las ovejas no pierden el tren. Eso no le impidió ser una habitual de la pequeña pantalla, con papeles en Curro Jiménez, Estudio 1, Las chicas de hoy en día, Historias de la puta mili, Menudo es mi padre, Gran hotel, Gran reserva o Vive cantando; y más recientemente Seis hermanas, Las chicas del cable, La casa de papel o Velvet Colección.

Todo esto sin olvidar el teatro. Con más de una veintena títulos sobre las tablas, Kiti Mánver se subirá hoy (20:30 horas) a las del Teatro Olimpia de Huesca con El inconveniente, una obra original de Juan Carlos Rubio, que se estrenó hace años con María Luis Merlo. Tras un parón, el productor Bernabé Rico la dirigió para el cine. “Hay una anécdota que contamos un poco entre risas”, ya que cuando estaban pensado en hacerla y en Estados Unidos había que contar con gente de allí, surgió el nombre de Shirley MacLaine “inaccesible para ellos en ese momento”, cuenta la interprete. “Yo siempre decía: No sabe como le agradezco a Shirley MacLaine que dijera que no porque así puedo hacerlo yo”, que de conformarse con un cameo, “porque quería estar en el proyecto”, acabó siendo protagonista de una película galardona en diferentes festivales, entre ellos el de Málaga con cinco premios.

Tras llevarla a la gran pantalla, Rico y Rubio decidieron que volviera a los escenarios, donde la actriz está acompañada por Cristóbal Suárez y Marta Velilla. La experiencia no puede ser mejor “porque la gente se lo pasa maravillosamente, y nosotros también”. El secreto: “cómo conecta con el público joven y con el adulto”, y ello se debe a que “Juan Carlos Rubio al escribir va certero al corazón”, a eso se suma que como director “sabe sacar de los actores lo mejor. Es una apuesta a caballo ganador”.

Luis es un chico bien, le gusta el barrio y el piso que le ofrece la agente inmobiliario reúne todas las características que desea. Tan solo presenta un pequeño “inconveniente”, la dueña vivirá en él hasta el día de su (inminente) fallecimiento. Lola, de 75 años, ha sido operada del corazón en dos ocasiones y, sin duda, no aguantará mucho más, sobre todo si sigue fumando una cajetilla diaria, y bebiendo todo lo que se le pone por delante. Luis decide dar el paso, comprar el piso y esperar…, pero ya se sabe que los acontecimientos no se desarrollan siempre tal y como uno los había planeado. Entre ambos, tan distintos y tan parecidos en su soledad, surge una amistad plagada de risas, ternura, emoción y complicidad.

“Si la emoción está equilibrada con un buen texto y, además, no es una cosa vana sino que deja un poso en el público”, hay mucho ganado a la hora de realizar una función con la que se está recorriendo España, “dando lo mejor de nosotros a mucha gente, cuanta más mejor”, y aunque reconoce que “es duro”, también “es nuestro oficio”.

De Lola, su personaje, Mánver tiene “su energía”. En cuanto a la manera de ser, “no tengo nada que ver con ella. Lola es una mujer desahuciada, que tiene tres bypass en el corazón y fuma, bebe..., y yo me cuido muchísimo”. Confiesa que de Lola le gusta “su capacidad de escuchar al otro y de aprender de una persona joven. Esa es una de las cosas bonita que tiene esta función, en la que se muestra que si eres capaz de escuchar, aunque no tengas nada que ver con la otra persona y seáis antagonistas en la manera de pensar y vivir, se puede llegar a acuerdos increíblemente buenos”.

Esta reflexión tiene que ser un aprendizaje para quienes se sientan en el patio de butacas, lo mismo que “el hecho de no pensar tanto en el futuro y vivir el ahora. El personaje de Cristóbal Suárez, que es un hombre joven y triunfador que tiene milimetrado cómo hacer su vida, dice una frase de John Lennon, que es el leitmotiv de la obra: “La vida es aquello que te sucede mientras tú estabas haciendo planes”. “Las cosas las tenemos que hacer en el momento. Nos hemos inventado un mundo que no va muy a favor de las personas, solo se hacen planes y terminas siendo un autómata, y eso nos está destrozando como seres humanos”.

Mánver insiste en relación con El inconveniente y Juan Carlos Rubio, en que para el autor “todas las cosas que son temas importantes y que nos afectan a todos, los plantea y lo hace en tono de comedia”, y en esta obra “hay algo de tragicomedia, con momentos muy emotivos en los que la gente también entra al trapo y se emociona con nosotros”. Se trata de un montaje “muy ágil en el que el público termina tocando con nosotros en una orquesta muy afinada, con la que continuaremos hasta febrero de 2025, y con la que llevamos casi dos años de gira”.

Para poder ser parte de esa orquesta, la actriz anima a los oscenses a que acudan al Teatro Olimpia. “Se lo van a pasar muy bien”.