La música y la emoción envuelven el II Encuentro ‘Miguel Jiménez’

Las guitarras, bandurrias y laúdes sonaron ayer en el II Encuentro Nacional de Orquestas de Pulso y Púa ‘Miguel Jiménez’ que tuvo lugar en el Teatro Salesiano. Tras la primera la primera edición, en homenaje al director, fallecido en 2022, en esta cita participaron la Orquesta Deleite y las locales: Sertoriana y Atenea, esta última fue la anfitriona y organizadora, junto al Ayuntamiento oscense.

Para esta ocasión, cada una de las formaciones ofrecieron una actuación individual, que concluyó con la jota Sertoriana, que interpretaron las tres a la vez en una conclusión emocionante por la novedad y por el motivo que se hacía.

“Queríamos realizar un homenaje a la Orquesta Sertoriana por ser la invitada. Tenía que ser esa pieza sí o sí”, explicó minutos antes del encuentro la directora de la Orquesta Atenea, Jennifer Cremallet.

La sesión arrancó con otra de las invitadas: Deleite. Esta Orquesta es de Santa Cruz de la Zarza, localidad que se encuentra en Toledo.

La formación se constituyó en 1992 y actualmente cuenta con catorce componentes. En su localidad, han organizado el Festival Nacional de Plectro, que en el 2023 cumplió 10 ediciones, además del Certamen de Otoño en Villatobas en el cual participan otras orquestas procedentes de diversas comunidades.

Su repertorio comenzó con el sabor argentino que desprendió el tango La Cumparsita de Gerardo Matos Rodríguez, que pasó al Vals de las castañuelas. Recogió el testigo Vulcano de Mario Cavallari y Palladio de Karl Jenkins después. Aquí, el sonido italiano se mezcló con el cinematográfico cuando tocaron La Vida es Bella de Nicola Piovani

D. A.

En este momento, el ritmo latino se apoderó de la sesión con La Partida de Carlos Bonet y con El Bateo, una zarzuela cortita con música de Federico Chueca.

Para finalizar, los toledanos eligieron Madrid de Ricardo Sandoval que para ellos era una de las más especiales de la lista. “En esta obra se mezclan los ritmos del joropo con la bulería”, afirmó el director de la orquesta, Miguel Pérez Caballero.

La Orquesta Sertoriana continuó con la velada y apostaron en el inicio por algo muy oscense. Como contó su director, Antonio Borderías, para la apertura intentaron recuperar piezas pérdidas de autores de Huesca como son El ruiseñor en la Habana de Daniel Montorio y Pequeño Estudio de José Luis Sampériz.

“Ha sido un proceso a ciegas. Fuimos un poco a la aventura, pero nos parecía muy especial”, apuntó.

Para seguir, la formación continuó con obras que han ido tocando hasta ahora. En primer lugar, con El Anillo de Hierro de Pedro Miquel Marqués, un clásico en su repertorio. A esta le sucedieron Rèverie de Poéte de Giuseppe Manente, una elección personal de Borderías “debido a su finura" y Funiculí Funiculá de Luigi Denza, que lleva acompañando al grupo durante poco tiempo, pero se puede ir considerando habitual.

Al Cerezo Rosa de Dámaso Pérez Prado dio paso a una especial para ellos: Eso que tú me das de Jarabe de Palo, y entre otras razones porque los arreglos los realizó Jesús Guillén, quien es miembro de la orquesta.

Los anfitriones fueron los últimos en aparecer en el escenario. El repertorio de Atenea fue variado. Tocaron música de cine y latina. Comenzaron con Plink, Plank, Plunk de Leroy Anderson con arreglos de Jorge Martín. Continuaron con Canciones Irlandesas que como señaló Cremallet, fue "uno de sus estrenos".

Siguieron con Alma Llanera de Pedro Elías Gutiérrez y el toque cinematográfico apareció con James Bond de Monsty Norman, que también tenía arreglos de Martín. Finalmente, cerraron su parte de la actuación como lo iniciaron: con Leroy Anderson, pero esta vez con la pieza Sandpaper (Papel de lija).

En la memoria 

Tras dos ediciones y el buen recibimiento en ambos, desde Atenea tienen esperanza de que este encuentro se prolongue en el tiempo. “El poder juntar y compartir experiencias con orquestas de otras partes de España es una maravilla”, apuntó Cremallet. Aunque por encima de este factor está continuar manteniendo esa frase en la memoria que les dejó su director y amigo, Miguel Jiménez: “Si podéis, no dejéis de hacer música”. Y en ello están. “Para nosotros es especial. Este encuentro es algo que Miguel tenía pensado y desde el año pasado. Teníamos claro que lo que queríamos hacer. Se vuelve muy emotivo cuando ves que llegan estas fechas ”, explicó la directora de Atenea.

Para los invitados a la cita también fue especial y es que ambos directores tuvieron relación con él. “A mi me emociona mucho porque lo conocí aprendiendo acordeón. Hicimos mucha amistad y este encuentro es muy bonito”, señaló el director de Sertoriana.

“Estuve en contacto con él para poder hacer el festival e invitarles al nuestro. Vino la pandemia, no se pudo hacer, y perdí el contacto. Cuando lo retomé fue Noemí Lanaspa (vicepresidente de Atenea), quien me contó lo que había sucedido, y en mí surgió un sentimiento especial. Entonces la animé a hacer este encuentro en honor a Miguel", concluyó el director de Deleite.