Cultura

la entrevista

Andrea Sorinas: "No es prohibir sino reducir los alimentos que son ultra procesados"

La autora ha publicado ‘El libro que la industria alimentaria no quiere que leas’, de Libros Cúpula, del Grupo Planeta.

Andrea Sorinas
Andrea Sorinas
Alma Moreno

La binefarense Andrea Sorinas, afincada los últimos tres años en Benasque, publicó recientemente, a instancias de Libros Cúpula (Grupo Planeta), El libro que la industria alimentaria no quiere que leas. La publicación es una guía para aprender a comer saludable y mantener la motivación a lo largo del tiempo. Aunque “no hay alimentos ni buenos ni malos, depende de la frecuencia y el contexto”, dice, aunque prefiere los de origen vegetal y la proteína saludable, siempre en segundo plano, al igual que los hidratos de carbono.

“No es prohibir sino reducir los alimentos ultra procesados”, especifica en relación al título del libro, publicado en marzo y presentado, de momento, en Barcelona, Binéfar, Benasque y Madrid. “La Industria Alimentaria de los ultra procesados ofrece productos con mucha modificación, con aditivos que abaratan el coste y engrosan sus ganancias, crean adicción y están relacionados con la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y algunos tipos de cáncer si se abusa de ellos”, afirma.

Además, asegura que “un consumo puntual no acarrea ningún problema” en relación a estos productos ultra procesados, entre los que figuran galletas y bollería industrial, carnes procesadas, mortadelas o fiambres como el de pavo, salsas o yogures de sabores. Unos alimentos que, a priori, hacen “más vulnerables” a los niños, lamenta. “Es un asunto muy grave porque nos han hecho creer que los niños no pueden comer verduras, que no les gustan que han de comer cosas dulces. Los entretenemos con comida desde pequeños y creamos sistemas de recompensa y castigo relacionados con la comida, con la saludable el castigo y con los ultra procesados los premios. Comen más ultra procesados los niños que los adultos”.

Sin prohibir ningún alimento, Sorinas aboga por “centrar nuestra alimentación en verduras, hortalias y frutas. El 50 por ciento de lo que comemos tendría que ser vegetal el resto, se podría completar con proteínas saludables pero sin procesar como legumbres, huevos, pescado frescos o congelado, o carnes no procesadas, minimizando el consumo de carne roja y que sea de pasto. El hidrato de carbono tendría que comerse como guarnición de las comidas y en formato integral no refinado”.

La nutricionista invita a preguntarse por qué comemos sano. “Para mejorar nuestro bienestar a largo plazo, pero también ahora, mejorando nuestro sistema inmunitario y estando más sanos. Para ello influye, además de la alimentación, la actividad física, la gestión del estrés, la calidad del sueño, los hábitos tóxicos. Hay que mirarlo como un estilo de vida en conjunto en el que influyen otros aspectos”, apunta.

El libro ofrece “10 pasos para comer mejor, comprar bien y mantener la motivación” en un recorrido “práctico y ameno” diseñado en base a su experiencia de los últimos 12 años de consulta individualizada online, programas y cursos basados en su proyecto de Comer con Coco, visitable en www.concoconut.com.