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MONTAÑISMO - CLUB LITERA

El Club Litera realizó durante el fin de semana hasta cuatro actividades diferentes

Un años más el curso de barranquismo ha tenido gran acogida

El Club Litera realizó durante el fin de semana hasta cuatro actividades diferentes
El Club Litera realizó durante el fin de semana hasta cuatro actividades diferentes
S.E.

HUESCA.- Otro fin de semana completo para el Club Litera de Montaña. Un pequeño grupo de escaladores fueron el sábado desde Binéfar a la cercana localidad de Castillonroy, donde hay una gran cantidad y variedad de vías, y muchas de ellas a la sombra, que las temperaturas de este fin de semana han sido de aúpa.

Por otra parte, entre sábado y domingo tuvo lugar el curso de barranquismo que se viene realizando todos los años. Este año, con gran afluencia, se ha realizado tanto el nivel de iniciación como el avanzado.

El sábado, ya en el rocódromo de Binéfar, el curso empezaba con una charla sobre material y nudos para los de iniciación, mientras los avanzados ya se ponían de lleno a practicar diversas maniobras. El domingo fueron al barranco Basender, en la sierra de Guara, todo un clásico para los cursos de formación. Se dividieron de nuevo en grupos, para poder poner en práctica todo lo aprendido el día anterior, disfrutando de la belleza de este barranco seco, que para algunos de los asistentes era la primera vez que realizaban.

PEÑA FORATATA

Dicen de la Peña Foratata que es el corazón de una diosa pirenaica que prefirió darse muerte antes que entregarse a otro gran dios de los Pirineos. Y que su interior está habitado por las miles de hormigas blancas que acudieron en su ayuda cuando se sintió acorralada. No sabemos de dónde viene esta leyenda altoaragonesa, pero sí que el inicio de la ascensión parte de un lugar con nombre de hormiguero.

Y así, desde la parte alta de Formigal, un nutrido grupo de montañeros del Club Litera Montaña salimos el domingo pese a las fuertes rachas de viento, dispuestos a coronar la cumbre occidental de Peña Foratata, de 2.292 m.Bajo la atenta mirada de algunos sarrios, empezamos ascendiendo poco a poco por una senda que gana altitud rápidamente. La Peña, a nuestra derecha, va cambiando de forma a cada paso. Nuestro camino la rodea por el oeste, hasta llevarnos a la cara norte, por la que ascenderemos bien provistos con crampones y piolet. Satisfechos por la oportunidad de caminar sobre la nieve, en poco más de dos horas alcanzamos la antecima. Salvamos una corta trepada y, ya en la cumbre, ¡toca apretarse! No hay mucho espacio, pero todos queremos posar sonrientes para la foto: al fin y al cabo, no todos los días sube uno al corazón de una diosa pirenaica.

EL SENDERISMO EN BENABARRE

Esta vez nos acercamos a la vecina Benabarre, para recorrer el Valle del Roble. Dejamos los coches , cerca de la carretera, en el puente donde pasa el barranco de la Mora. Comenzamos andando por la pista para buscar un sendero a mano izquierda marcado con un mojón de piedras. Al principio la subida va por un bosque de robles, abandonamos el barranco de la Mora y vamos hacia arriba buscando el barranco de Llovera.

En este barranco el paisaje cambia, los robles dejan paso a los pinos, la subida se suaviza y vamos recorriendo la senda por medio del cauce seco del barranco. Es increíble la cantidad de pinos rotos o caídos debido a unas tardías nevadas de hace 2 años.

Tras unos 6 km desde la salida se abre un pequeño claro en el bosque, estamos llegando al roble, al ROBLE con mayúsculas. Es espectacular, impresiona el tamaño y su buen estado, nada a su alrededor le hace sombra, hicieron falta 5 personas para abrazar su tronco. Comemos bajo sus ramas, descansamos y emprendemos el regreso por el mismo camino, eso sí, ahora todo de bajada.