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SENDERISMO - CAS Y NABAIN

Exigente ruta hasta el Ibón de Cregüeña

Los clubes de Sobrarbe realizaron el itinerario pirenaico al lago natural de origen glaciar más grande de la cordillera

Exigente ruta hasta el Ibón de Cregüeña
Exigente ruta hasta el Ibón de Cregüeña
CAS/ NABAIN

HUESCA.- Los clubes CAS y Nabain realizaron el pasado fin de semana una ruta senderista por los Pirineos. El ibón de Cregüeña (2.630 m) es el lago natural de origen glaciar más grande del Pirineo con unos 1.500 m de longitud y 500 m de anchura, ocupando una extensión de unas 45 hectáreas. En Aragón solo lo supera el ibón de Respomuso, pero este está represado. Se encuentra en el Valle de Benasque, en el fondo de un grandioso circo flanqueado por una cadena de montañas entre las que destacan los picos Cregüeña, l´Agulla y Pedres Albes con casi tres mil metros y los Aragüells, Maldito y Maladeta que los superan con creces.

El inicio de la marcha será el Plan de Baños, situado a unos 8 km de Benasque, dirección Hospital de Benasque. Bajaremos al río para enlazar el GR-11.5 en dirección a Senarta por camino que discurre paralelo al río Esera, hasta encontrar en pocos minutos el puente de Cregüeña (1.460 m) donde un cartel indica el comienzo de la ruta y el tiempo estimado de subida de 3:30 horas.

El sendero asciende por la margen orográfica derecha del barranco de Cregüeña, que no abandonaremos hasta llegar al ibón. Discurre por bosque y zonas de espesa vegetación y es bastante empinado, sin descansos, pero entretenido por el espectáculo que ofrecen las numerosas y constantes cascadas que forma el barranco. Este primer tramo termina en una pradera con una pequeña cabaña, La Pleta de Cregüeña (2.000 m).

Atravesaremos la pradera y el camino vuelve a una dura subida en cortos zigzags, con suelo de piedras sueltas, que nos dejará en el Ibonet de Cregüeña (2.460 m), un pequeño ibón escondido entre las rocas a nuestra izquierda. En este punto el camino gira a la derecha buscando el desagüe del ibón grande y las trazas de camino se pierden entre grandes bloques de piedra. El rumbo lo marcan esporádicos hitos de piedra. Hay que prestar atención a no meter el pie en ningún agujero y en algún momento tendremos que apoyar las manos para superar los bloques más grandes. Este tramo sigue siendo duro, pero a la vez entretenido, pues una vez superado, aparecerá ante nosotros el majestuoso ibón de Cregüeña (2.630 m.) como una lámina de agua azul intenso, rodeada de grandes bloques graníticos y bajo las paredes rocosas de los picos citados al principio.

En la lejanía y a nuestra espalda, destacan con nitidez los macizos del Posets y del Perdiguero. Para observar mejor sus dimensiones bordearemos un pequeño tramo a la izquierda. Hoy la observación ha sido rápida pues un amenazante frente de lluvia nos ha obligado a poner chubasqueros y emprender el descenso. Afortunadamente no ha durado ni un cuarto de hora lo que nos ha permitido completar la dura e incómoda bajada con tranquilidad.

Exigente y dura jornada sobre todo por la pendiente continua, sin descanso, y el terreno de bloques graníticos. El desnivel acumulado ha sido de más de 1.200 metros y la distancia recorrida de unos 13 kilómetros en un tiempo total de 7:30 h. (paradas incluidas).