Miguel Galindo: "Más que con las medallas, me quedo con el proceso de superar barreras"

HUESCA.- El pasado domingo anunció su retirada de la competición el esquiador de Candanchú Miguel Galindo. El altoaragonés cierra así una carrera de más de dos décadas compitiendo, marcada sobre todo por el tándem que ha formado con el vasco Jon Santacana.

Juntos son los deportistas españoles mejores de la historia en deportes de invierno, con seis medallas logradas a lo largo de cuatro Juegos Paralímpicos y casi dos decenas de metales en Mundiales. Seguramente sin esa repercusión que debería tener, esta pareja ha hecho historia del deporte invernal.

Aunque había competido a buen nivel de manera individual, la parte fundamental de su carrera deportiva nace cuando comienza a competir como guía de Jon, deportista con una fuerte discapacidad visual. De esta unión, entre los juegos de Torino, Vancouver, Sochi y Pyeongchang, llegaron dos medallas de oro y cuatro de plata, victorias en Copa del Mundo y títulos mundiales, hasta el punto de estar en la elite del deporte paralímpico invernal.

¿Qué le ha llevado a tomar esta decisión?

- Los dos últimos años han sido difíciles. Después de tantos años no es fácil mantener la motivación, la lucha... Yo además he estado tiempo lesionado, me he operado la rodilla tres veces, y quizá esa rodilla ha sido lo que ha colmado el vaso, pero eran muchos factores.

En todo caso, es una decisión unilateral, no de los dos. Jon quiere seguir aunque su situación ahora es complicada y no sé si podrá. Se decidirá en las próximas semanas, pero ya sin mi. Pero eso no quiere decir que hayamos tenido problemas. He acabado muy bien con él y ha entendido mi decisión.

¿Cómo es el día después de una decisión tan importante?

- Llevaba 17 años con Jon, y varios más antes compitiendo. Prácticamente ha sido toda la vida. Ahora estoy aliviado. Hacía días que quería decirlo, pero preferimos dejar pasar el verano y hacerlo bien. Lo llevaba pensado hace tiempo pero había mucha gente que no lo sabía y mejor anunciarlo bien para cerrar esta etapa.

¿El teléfono ha echado mucho humo estos días?

- El teléfono, las redes sociales... Estoy sorprendido y muy agradecido por las muestras de cariño. Los medios de comunicación con entrevistas, las llamadas... La verdad es que todo esto me deja una sensación de satisfacción. No sabía esto pero veo que mucha gente se ha volcado conmigo.

Diecisiete años compartiendo casi todo con tu compañero. ¿Cómo se puede resumir eso?

- Sobre todo diciendo que han sido muy intensos. El esquí es un deporte que casi no se puede hacer en España, porque cuando hay nieve llega la competición. Siempre estás fuera, sin la familia y los amigos, desconectado de todo, y además siempre con condiciones climáticas duras y en un deporte que físicamente exige mucho. Pero la experiencia también es muy positiva, las vivencias, las amistades que haces. Es una historia de vida.

¿Qué es lo mejor de esta carrera deportiva?

- Pues más que las medallas, es el proceso. Entrenas y compites para llegar al éxito, pero cuenta más lo que sientes y compartes por el camino, una trayectoria con Jon que sobre todo se ha cimentado en una gran amistad. Juntos hemos superado y nos hemos enfrentado a muchas cosas. Todo ese camino, todas esas barreras superadas, eso es lo mejor.

Son figuras nacionales y mundiales del esquí paralímpico, y parece que poco a poco eso cada vez tiene más repercusión.

- El deporte paralímpico, no solo el esquí, ha tenido una evolución enorme desde que nosotros empezamos. Pero todavía estamos lejos del deporte olímpico. Es normal, pero debe seguir creciendo. Falta todavía reconocimiento y algo de igualdad. Se está trabajando bien en todo caso y seguirá evolucio nando.

¿Por dónde irá ahora la vida de Miguel Galindo?

- No lo sé. Ahora lo que quiero es estar en casa, con mis dos hijos, con la familia, porque me he perdido muchas cosas. Quiero ocuparme de ellos y luego, sin prisas, ir viendo. No lo tengo claro, pero creo que mi futuro debería estar vinculado al deporte, y sobre todo al esqui.

Seis medallas paralímpicas. ¿Alguna más especial?

- El primer oro, que fue en el Descenso de Vancouver. Es la prueba reina, y en la que Jon peor lo pasa porque la velocidad hace que casi no me vea mientras bajamos, y por tanto necesitamos una coordinación brutal. Al principio cuando empezamos juntos éramos malos en las pruebas de velocidad, pero evolucionamos, también por arriesgar, por apostar, y ese oro fue el momento más importante.

El oro de Sochi también, pero el primero fue brutal, lo máximo. Además era el primer oro en unos juegos. Muchos deportistas compiten en unos juegos, pero pocos son los que ganan, y nosotros lo hemos hecho dos veces.