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SENDERISMO - PEÑA GUARA: 84 CURSO MONTAÑISMO

La meteorología truncó los planes

La excursión que abrió el curso cambió Sallent de Gállego por Vadiello ante la lluvia

La meteorología truncó los planes
La meteorología truncó los planes
S.E.

HUESCA.- Después de analizar y meditar muy mucho, apostamos por el programa previsto a pesar de las previsiones meteorológicas y poner rumbo a Sallent de Gállego los más de 60 montañeros. En principio no llovía, lo cual era de agradecer, pero llegando a Biescas toda ilusión se fue al traste: cielo encapotado y la lluvia comenzó a hacer acto de presencia. Ya que estábamos en viaje culminamos el trayecto hasta Sallent, y como era de esperar la cosa pintaba todavía peor. Decidimos el regreso a Huesca y dirigirnos a Vadiello e intentar actividad en la zona, y si la meteo se complicaba, allí tenemos nuestro refugio de Peña Guara. Ya en el refugio almorzamos y preparamos los grupos y las diferentes excursiones.

PICO MONTIDINERA

Desde al aparcamiento de Vadiello se sigue por la carretera tomando el primer desvío a la derecha, dirección a la presa del embalse, continuando por una pista que bordea el embalse por el sur. Llegamos a un cruce de una senda junto a la cruz cubierta, que se dirige a la ermita de San Cosme y San Damián y un conjunto de ermitas próximas.

La pista continua en dirección este, llegando a una derivación. La pista de la izquierda tiene una cadena que impide el paso de vehículos. Se toma esta derivación. A nuestra izquierda nos observan los Mallos de Vadiello, tan espectaculares como siempre, y, pasando casi desapercibida localizamos la ermita de San Cosme y San Damián. Poco a poco nos vamos aproximando a la base del pico Montidinera.

Conforme estamos más cerca de las faldas de la montaña intuimos por dónde discurre la ruta de ascenso. Las curiosas formaciones rocosas se nos presentan como auténticas guardianas de la montaña (la Predicadera). Llega un momento que nos salimos del camino principal para empezar a remontar las primeras rampas del Montidinera, que no nos abandonarán hasta la cima. Este tramo no está muy bien indicado pero nos vamos guiando por la intuición y por algún que otro mojón, como referencia la enorme piedra redondeada denominado El Pito, que hay en mitad de la ladera, a continuación salimos a una incómoda pedrera.

Dejamos atrás las piedras y encaramos los últimos metros hacia la cima entre bojes y puntiagudos erizones. La pendiente en este tramo es mucho más suave. Un esfuerzo más y alcanzamos la cima del Montidinera, que mira de reojo a los picos vecinos de Guara Fragineto y el Boron, con el embalse de Vadiello en su base. Comimos rápidamente y para abajo por el mismo sitio que empieza a llover.

El grupo de adultos fuertes decidieron descender por la cara norte. Por esta cara la pendiente es un poco más acusada. Seguimos el camino entre bojes y erizones. Nos vamos guiando un poco por la intuición porque no está demasiado claro el camino. Y llegamos a la senda que nos lleva directos al collado de Lizana. Y con la imagen de Guara enfrente nuestro continuamos el descenso, la senda es pedregosa, pero está despejada de vegetación hasta llegar al desvió hacia la Tejería.

En unos metros tenemos que atravesar las Gargantas de Fabana por donde discurre el río Calcón. Lo vadeamos sin problemas, apenas baja agua A continuación, salimos del barranco, seguimos la senda que discurre bajo los pinos y llegamos a la Ermita de la Fabana que lucha desesperada contra el paso del tiempo. Ya solo nos queda subir a la carrasca para enlazar con la pista de subida que nos llevará otra vez al refugio de Vadiello. Los peques se encaminaron hacia la Ermita de San Chinés. No es mucha la distancia que hay para llegar, así minimizamos riesgos. Desde los carteles en el parquin de Vadiello y salvo una pequeña subida al principio, el recorrido es muy agradable a la sombra del bosque por dónde transcurre la senda. Una vez en el barranco de Isarre hay que cruzarlo para avanzar entre el pinar de repoblación paralelo al barranco de Vadiello y al sur de los cantiles de los Mallos de Ligüeri, la ruta va descendiendo hasta el citado barranco, seco en buena parte del año y cubierto de un denso bojedal, siguiendo su curso en sentido ascendente hacia el norte, se accede al eremitorio de San Chinés. Una vez llegamos, descansamos y dejamos que los peques disfrutaran del lugar. Empieza a caer alguna gota, así que ligeritos regresamos por el mismo camino al refugio de Peña Guara.