Adiós a Antonio Laviña, un gran campeón oscense de ajedrez

El campeón oscense Antonio Laviña Ubieto falleció el pasado día 9 en Huesca a los 90 años de edad. Su trayectoria como ajedrecista del Club Casino Jaque de Huesca, donde jugó toda su vida, fue muy destacada y dilatada, ya que mantuvo su actividad competitiva hasta hace pocos años.

Antonio nació el 7 de Enero de 1930 en la C/ Heredia, 2 de Huesca. Comenzó a mover las piezas de ajedrez por primera vez a los 14 años en un local recreativo del Frente de Juventudes situado en la C/ Vidania de Huesca. Allí dio los primeros pasos en el mundo del tablero de la mano de Carmelo Cabañuz, con quien jugaba sus primeras partidas. Después siguió aprendiendo más ajedrez en el Bar Universal donde tenía la sede social el Club Jaque de Huesca y donde frecuentaban los mejores jugadores de la capital gracias a los que obtuvo grandes progresos.

En Noviembre de 1948 Laviña se inició en las competiciones oficiales participando en el Campeonato Social del Club Jaque de 2ª categoría partiendo como uno de los favoritos junto a Belenguer y Ramos. Pero finalmente fue él quien ganó el torneo en dura pugna con Barea consiguiendo así el ascenso a 1ª categoría.

En 1949 dio un salto importante de nivel en su ajedrez al quedar brillante subcampeón en el Campeonato del Club Jaque de 1ª categoría, que en aquellos años tenía la consideración de Campeonato Provincial al no existir ninguna otra competición oficial de ese calibre. Más adelante, lograría 4 títulos provinciales en las temporadas 1956/57, 1958/59, 1972/73 y el último en 1978/79.

Destacó como uno de los mejores jugadores aragoneses entre los años 50 y 60 y fue seleccionado varias veces por la FADA para formar parte de la selección aragonesa en los Campeonatos de España de Selecciones Regionales, aunque en varias ocasiones su actividad laboral le impidió su participación, pudo hacerlo en la edición de 1958 celebrada en Barcelona en la que obtuvo el tercer puesto formando equipo junto a ajedrecistas de la talla de Romero, Borau, Valero, Tejero, Mimbela, Gómez, Gosser y Ruiz.

También fue invitado a participar en el Torneo Nacional de Huesca celebrado en Noviembre de 1957, que disputaron varios de los mejores ajedrecistas nacionales del momento, como Arturo Pomar, Román Torán y Eduardo Pérez junto a 3 de los mejores jugadores locales.

Como jugador se caracterizó por tener un estilo de juego posicional, con buena técnica como finalista., muy tenaz e inquebrantable en su concentración ante el rival, cuya postura ante el tablero le llevó a sus contemporáneos a bautizarle cariñosamente como "la esfinge" y que sobre todo, estuvo muy marcado por los primeros libros de ajedrez a los que tuvo acceso como "Los finales de Rey Ardid" "el Match Rey Ardid-Casas" y "Las Partidas de Karpov".

Su gran pasión en el ajedrez fue siempre el Club Jaque, siempre atento y cercano con las jóvenes promesas, llevando el nombre del Club a lo más alto posible en todas las competiciones en las que participó, como así lo hizo en los Campeonatos de España por equipos en los que defendía habitualmente el 1º o 2º tablero del equipo cosechando muy buenos resultados en las décadas de los 60, 70 y 80.

Posteriormente, debido a un problema de la vista bajó algo su capacidad competitiva, aunque su nivel y su ilusión por el ajedrez se mantuvieron intactas hasta los últimos días. Tanto es así, que fue reconocido por la FADA en el año 2003 por su larga trayectoria y posteriormente en el 2007 fue homenajeado por el Club Jaque en su 60 Aniversario.

Tus amigos del ajedrez te recordaremos siempre como una gran persona y un gran campeón, un maestro de quién aprendimos muchas cosas en el ajedrez, humilde, sincero y muy buen amigo a la vez, siempre dispuesto a colaborar. Un abrazo y nuestras condolencias a tu familia.

¡DESCANSA EN PAZ, CAMPEÓN!