Por los valles occidentales, desde Zuriza a Guarrinza

La travesía desde Zuriza a Guarrinza, por el collado de Petraficha, fue el objetivo de los 40 senderistas de Turismo por el Alto Aragón de Peña Guara este domingo.

Contemplando la bonita y amplia carretera que cruza el puerto entre las localidades de Hecho y Ansó y algunas mejoras al salir de esta población en dirección a Linza, llegamos al llano de Zuriza. Partíamos desde el camping, encarando la pista que discurre por el llano de Taxera.

Al cabo de unos 2,5 kilómetros, y cuando la pista gira a la derecha para atravesar el barranco, tomamos una estrecha senda, a la izquierda, cartel orientativo, que comienza a ascender de forma continua por una ladera herbosa, dejando a nuestra espalda el magnífico hayedo, que se extiende por las laderas de la sierra d’Alano.

Llegamos al primer refugio de Taxera y muy cerca comenzamos a almorzar. La senda, con claras y abundantes marcas en rojo y blanco, ya que estamos caminando por la GR-11, considerada como la senda más emblemática del Pirineo, va ascendiendo de forma uniforme y constante alternando pisos de hierba, todavía con pocas flores, con otros de matorrales. Cuando entramos en una zona de rocas calizas con abundantes piedras estamos ya en el refugio de Chipeta.

Bajo las verticales paredes del pico de Petraficha se halla el collado y de allí parte un sendero que asciende en diagonal hacia nuestra derecha y que nos marca el camino hacia el pico de Chipeta, del que nos separa media hora de fuerte ascensión por un confortable manto vegetal que termina bruscamente en un abismal acantilado.

El pico de Chipeta presenta un contraste muy llamativo entre su anchísima loma occidental y las verticales paredes de su cara oriental y es un observatorio natural de primer orden. Hacia el norte una sucesión de picos y mallos. Acherito, Agujas de Ansabere, Petretxema. Un poco más a la derecha el ibón de Acherito, el Puerto del Palo, paso natural a Francia. Más al este se ve el valle de Guarrinza, recorrido por el Aragón Subordán, hasta Aguas Tuertas y el camping y valle de Oza y cerrando la panorámica el Rincón de Alano y Peña Forca.

A las 14:30 comenzábamos el descenso del collado por una bajada pronunciada entre piedras rojizas (molasas) hasta llegar a la base de los acantilados de Chipeta donde la senda comienza a serpentear ente la hierba y nos buscamos un lugar para comer, cosa que hicimos con parsimonia y cierto deleite porque tirar, de vez en cuando, de bocata y bota rejuvenece.

Nos queda poco más de una hora de camino hasta el autobús por senda bien marcada, con suave o moderado desnivel y excelente piso por lo que en poco tiempo cruzamos el llano de las Ferrerías y emprendimos el último descenso por la empinada ladera para terminar cruzando el puente sobre el Aragón Subordán y acceder a la pista que sube hacia Aguas Tuertas, donde nos recogió el bus.

El recorrido de casi 15 kilómetros lo realizamos en un tiempo de poco más de siete horas y media salvando un desnivel de casi mil cien metros.