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SENDERISMO - PEÑA GUARA: TURISMO POR EL ALTO ARAGÓN

Primavera desde Canfranc al Ibón de Iserías

Los excursionistas oscenses realizaron una ruta clásica de 18 kilómetros con unos paisajes esplendorosos por las fechas

El grupo, frente al ibón y el paisaje montañoso al fondo.
El grupo, frente al ibón y el paisaje montañoso al fondo.
S.E.

El domingo, pese a las predicciones de tiempo variable y lluvioso, salimos al monte para realizar la excursión programada, desde Canfranc hasta el Ibón de Iserías.

El autobús nos dejó junto un puente que cruza el río Aragón (1.190 m.) y que nos puso en la orilla izquierda, desde donde comenzamos la jornada por una pista en dirección norte con la vista ya en el fuerte de Coll de Ladrones (1.310 m.).

La pista inicial pronto se hizo senda y nos introdujo suavemente en el primer tramo de la excursión por un precioso bosque que parecía encantado, la primavera y las lluvias recientes lo tienen vestido de mil colores, rebosante de plantas y flores de todas las clases, la senda a tramos, oscurecida por el tupido bosque, el cielo encapotado y acompasada por el rumor de incontables riachuelos que la entrecruzan, acentuaba más si cabe el encanto.

Siguiendo la senda, dejamos el fuerte de Coll de Ladrones a la izquierda y comenzamos a entrar en la Canal de Izas por un tramo rocoso y empinado.

De esa manera fuimos entrando en la zona de praderas de la Canal de Izas donde, desaparecido el bosque, la senda empinada pero sinuosa nos permitió ascender con buen paso mientras el espacio se abría totalmente y pudimos apreciar la belleza y enormidad de la canal con su torrente central lleno de cascadas y sus extensas praderas, todo delimitado por escarpadas paredes.

Las praderas que ocupan todo el fondo de la canal, como corresponde a la fecha, están a rebosar de hierba y de mil flores con todos los colores posibles y nos ofrecieron un espectáculo impagable.

Una vez que llegamos casi al centro de la canal (1.600 m.) y al pie de una enorme roca desprendida, quién sabe cuándo, hicimos un alto para reponer fuerzas, tras lo cual comenzamos el siguiente tramo girando a la derecha y ascendiendo por senda herbosa hecha de muchas lazadas para suavizar el esfuerzo y que pasando por unas terrazas nos llevó hasta la cabaña de la Vuelta de Iserías situada a 1.950 m., privilegiado mirador para admirar toda la belleza del enorme entorno que la montaña nos ofrecía.

Una vez saciados por el paisaje, retomamos la marcha por la senda que, ascendiendo a la izquierda, se dirige directa hacia el Collado de Izas (2.180 m.) que alcanzamos, tras no poco esfuerzo, como altitud máxima de la jornada y desde donde en un suave descenso llegamos hasta el ibón de Iserías (2.130 m.).

Disfrutamos de todas las vistas del ibón y del entorno durante un buen rato mientras descansábamos un poco y, sin perder más tiempo y con un ojo puesto en el cielo, mochila a la espalda, comenzamos la bajada sin pausa.

Tras un buen rato de bajada dificultosa por lo empinado de la senda y cuando estábamos dejando atrás la Canal de Izas, el cielo nos puso a prueba con un fuerte y largo aguacero que nos dificultó mucho el paso ya que las piedras de la escalonada senda, pulidas por años de paseos, se hicieron pistas de patinaje. La senda, ya en el bosque final y sin lluvia, se hizo más segura. Así, tras un rato más de tiempo invertido terminamos la excursión por el mismo puente donde la habíamos empezado muy contentos y satisfechos con unos 18 km. recorridos y 1.200 metros ± de desnivel salvados.

Aunque un poco tarde para comer, bajamos con el autobús hasta Canfranc y encontramos cobertizo para todos y así dimos cuenta de alguna de las viandas que se llevaban, reponiendo las fuerzas gastadas.