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¿QUIÉN SOY?

Luis Alberto Hernando: deportista desde la cuna

“En mi casa siempre ha habido ese ambiente de competición”

Luis Alberto Hernando
Luis Alberto Hernando
S.E.

El corredor por montaña, atleta, biatleta y esquiador Luis Alberto Hernando (Burgos, 1977) tuvo al deporte como uno más de la familia desde el inicio. Nacido en Burgos hace 43 años, hijo de Elisa y Félix, y hermano de Andrés, en su casa el deporte se mamaba desde la cuna.

Con su padre, Campeón del Mundo de Maratón en categoría Veteranos, entre otros éxitos, y su madre, a la que también le gustaba mucho salir a correr, aunque no compitiera, los dos hermanos Hernando lógicamente tenían que seguir ese camino.

“Mi infancia en Burgos fue completamente normal, siempre vinculada al deporte. Había una distinción clara, entre los días de entre semana, con el colegio y las actividades extraescolares, que ya iban siempre encaminadas al deporte, y luego los fines de semana, cuando íbamos al pueblo de mi madre, Cubillo del Campo. Era poco más que una aldea y en todo el fin de semana casi no pisábamos la casa. Andábamos asalvajados por el monte. La verdad es que no cambiaría nada, de esos veranos y fines de semana en el pueblo con un ambiente espectacular”, recuerda Luis Alberto.

Como decimos, ya con las actividades extraescolares y con el ejemplo de sus padres el deporte fue vital. “Hacía deporte de todo tipo, pero enseguida tanto mi hermano como yo nos decantamos por el atletismo. En mi casa había ese ambiente de competición”.

Eso tenía sus ventajas. “Yo en casa no tenía que regatear para sacar tiempo de entrenar, con un campeón del mundo en casa. Su ejemplo también me sirvió para ver que puedes ser capaz de hacer grandes cosas, para tomarlo en serio pensando que se podía llegar lejos”.

Y junto al ejemplo de su padre, la competitividad con su hermano Andrés, tres años mayor. “Estaba la influencia de mi padre, pero el hecho de que mi hermano tuviera tres años más y también le gustara el deporte fue importante. Tenía siempre una liebre, alguien más fuerte que me hacía esforzarme más. Siempre corríamos juntos y luego pasó a ser mi entrenador. Nos conocemos muy a fondo y es vital esa confianza entre los dos para trabajar”.

Y esa pasión por el deporte ha llevado a que su trayectoria sea de lo más variada. Comenzó con el atletismo, pero tras ingresar en la Guardia Civil pasó al biatlón, un deporte de invierno que mezcla esquí de fondo y tiro. En esta disciplina incluso llegó a ser olímpico en Turín. Después pasó al esquí de montaña, y en los últimos años al trail, las carreras por montaña, deporte en el que ha conquistado sus mayores éxitos, como ser tres veces Campeón del Mundo o ganar la Copa del Mundo de Ultras.

Por tanto, una infancia con ese amor por el deporte, inculcado en casa, y que ahora también transmite a sus hijos, pero sin presión. “Ahora que son pequeños lo importante es que se lo pasen bien, que elijan lo que quieran, pero sin obsesionarse. Lo importante ahora es que se lo pasen lo mejor posible, sin agobiarse. Está claro que van a ver a sus padres entrenando y compitiendo (su mujer también hace carreras por montaña), pero al final se trata de que hagan lo que les gusta”.