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JUEGOS PARALÍMPICOS / TOKIO 2020

Sergio Ibáñez se cuelga una plata que bien pudo ser un oro

El judoca zaragozano ha sido entrenado por el binefarense Raúl Clemente

Sergio Ibáñez, con su medalla de plata en Tokio.
Sergio Ibáñez, con su medalla de plata en Tokio.
EFE

Sergio Ibáñez, judoca aragonés con discapacidad visual, y que ha sido entrenado en su carrera hacia los juegos por el binefarense Raúl Clemente, conquistó la medalla de plata en la categoría de -66 kilos al perder en un reñido combate final con el uzbeco Uchkun Kuranbaev, que venció en el llamado punto de oro en el icónico tatami del Nippon Budokan, centro de referencia de las artes marciales japonesas.

Ibáñez, de 22 años y séptimo del ránking mundial, entró al tatami del histórico Nippon Budokan con mucha seguridad y, en su primer combate, se deshizo del puertorriqueño Luis Jabdiel Pérez, al que venció por ‘ippon’ tras inmovilizarle con la llamada técnica ‘Sode-guruma-jime’.

En segunda ronda se encontró con un rival de entidad, Namig Abasli, número dos del ránking mundial, al que logró dominar desde el principio llevando la iniciativa. El azerbaiyano sufrió dos amonestaciones, pero consiguió alcanzar el ‘punto de oro’ donde tuvo que arriesgar más, una circunstancia que Ibáñez aprovechó para ganarle por ‘waza ari’.

En semifinales, el judoca aragonés derrotó a otro de los favoritos al podio, el georgiano Giorgi Gamjashvili, tercero del ránking. Un nuevo ‘waza ari’ en solo 43 segundos le permitió llevarse el triunfo y soñar con el oro.

En la final se encontró con Uchkun Kuranbaev, número cuatro del mundo y también debutante en unos Juegos. El uzbeco llegó a la lucha por el título tras superar primero al japonés Yujiro Seto y después al ucraniano Davyd Khorava.

El combate fue muy igualado, aunque el español siempre intentó llevar la iniciativa para derrotar al uzbeco, que finalmente se llevó la victoria con un ‘waza-ari’ en el punto de oro ante la resignación de Ibáñez, que protestó hasta el final una decisión que calificó de injusta.

Había soñado con llegar a la final y se ha cumplido. Estoy muy contento porque me he visto que iba en progresión y ganar superando a los medallistas europeos dando la cara es para estar muy satisfecho”, dijo Ibáñez, que lamentó que en la final, justo antes de que se cumpliese el tiempo reglamentario, el árbitro no fuese a revisar una acción que podría haberle beneficiado.

“Estoy muy contento. Tengo que disfrutar de esto, pero es verdad que recién perdida una final paralímpica estás un poco triste”

El uzbeco llevaba dos iddos en contra y una acción antes del final que yo creo que era para mi y que habría marcado el combate no la fue ni a revisar”, confesó.

Con esta medalla de plata, Sergio Ibáñez se marcha de Tokio subiendo al podio en sus primeros Juegos y ampliando su palmarés porque con su 78% de discapacidad visual también ha ganado la plata en 2018 y el bronce en 2020 en el Campeonato de España absoluto, en el que compitió contra adversarios sin discapacidad.

En declaraciones a Europa Press, añadía que ahora debe “disfrutar” de la medalla y lograda tras un recorrido donde se vio “más fuerte y más tranquilo” según avanzaba y donde no quiso criticar la decisión final que dio vencedor al uzbeco.

“Estoy muy contento. Tengo que disfrutar de esto, pero es verdad que recién perdida una final paralímpica estás un poco triste”, aseguró Ibáñez tras recoger su presea. “Está claro que he soñado con llegar a esta final y hacerlo lo mejor posible, y estoy supercontento”, añadió.