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MONTAÑISMO

El CER recupera la Clásica entre los hospitales de Benasque y Luchon

Veinte personas hicieron el recorrido y disfrutaron de sus parajes

Participantes en la jornada que unió los hospitales.
Participantes en la jornada que unió los hospitales.
S. E.

Tras dos años de parón por la pandemia, el Centro Excursionista Ribagorza recuperó el domingo su excursión anual veraniega conocida como La Clásica. Se trata de un recorrido transfronterizo que une los hospitales de Benasque y Bagnères-de-Luchon, a través del puerto del Portillón. Veinte personas realizamos el itinerario completo y cuatro amigos de Benasque y Anciles nos acompañaron en una parte del recorrido.

A las 6:30 horas salimos de Graus en autobús en dirección a Benasque. Eran poco más de las 8 cuando comenzamos nuestra excursión en el aparcamiento del vado del Hospital, a 1.735 metros de altitud. Bordeando el incipiente río Ésera, atravesamos la explanada de Los Llanos. A nuestra derecha quedó el actual Hospital de Benasque, un amplio y confortable hotel. Poco después, asomaron a nuestra izquierda los restos del hospital construido en el siglo XVI y sepultado por un trágico alud el día de Reyes de 1826. Tras cruzar de nuevo el Ésera por un puente de madera, iniciamos la progresiva ascensión hacia la Peña Blanca. Una vez atravesado el camino tallado en la roca, hicimos una breve parada para reagruparnos y tomar fuerzas para lo que quedaba de subida. Ya por terreno más abierto, llegamos a las ruinas de la cabaña de Cabellud, un antiguo albergue que tuvo su importancia hasta los primeros años del pasado siglo. En este punto, ya muy próximo al Portillón, se contemplan bellas vistas del Aneto y las Maladetas y sus hoy menguados glaciares.

En lo alto del puerto, nos distribuimos en dos grupos. Uno, minoritario, cruzó la frontera por el Portillón (2.444 m.) y descendió al Hospital de Bagnères-de-Luchon (1385 m.) por los lagos conocidos como Boms du Port. El otro, más numeroso, realizó este mismo itinerario, pero subiendo antes al pico Salvaguardia (2.736 m.). Ambos grupos se encontraron en el Hospice de France al final.

En el descenso desde el Portillón hicimos una parada en refugio de Vénasque (escrito con v en francés), junto a los lagos o Boms du Port, un conjunto lacustre de hermosas aguas azules. Siempre por continuos zigzags (se dice que hay 108 curvas), fuimos descendiendo hacia el Hospice de France, hoy un moderno albergue de montaña. En su terraza, comimos nuestra comida de alforja y tomamos varios refrescos y cafés.

El grupo que subió al Salvaguardia recorrió 15,5 kilómetros en unas seis horas, incluyendo las paradas, con un desnivel positivo de 1.050 metros y uno negativo de 1.400. Quienes cruzamos por el Portillón, sin subir al pico, caminamos unas cinco horas, con las paradas, y recorrimos 11,4 kilometros, con un desnivel de subida de 760 metros y uno de bajada de 1.106 m. Tras un agradable paseo por Bagnères-de-Luchon, regresamos en autobús, pasando por el túnel de Viella, y llegando a Graus a las 19 horas.