Deportes

ALTOARAGONESES 2022

Club Béisbol Huesca, humildad con corazón

La joven entidad se coloca entre las mejores del país sin apenas medios pero con mucha ilusión

Equipo Sub 18, que ganó las Series Nacionales en verano y ha ascendido a la máxima categoría nacional.
Equipo Sub 18, que ganó las Series Nacionales en verano y ha ascendido a la máxima categoría nacional.
D. A.

EL CLUB Béisbol Huesca, Los Jabatos, son un ejemplo de lo que se puede hacer con casi nada pero con mucho corazón. Un club muy joven, con apenas una década, que es ya referencia nacional en el béisbol de base, que cuenta con equipos en todas las categorías escolares, desde Sub 9 hasta Sub 18, con más de sesenta jugadores.

En un 2022 seguramente inolvidable, el club ha logrado ganar el Campeonato de España de categoría Sub 11, ha ganado las Series Nacionales Sub 18, algo así como la segunda categoría nacional de esta edad, lo que le permite jugar este año en la máxima categoría, e incluso ha sido finalista en torneos nacionales e internacionales tan importantes como el Zoroza de Navarra y la Pony League en Francia.

Son muchos éxitos, pero su valor se agranda hasta el infinito si se piensa que se han logrado con los medios más precarios, sin campo para jugar ni instalación específica, como es un túnel de bateo, para entrenar.

Es curiosa la historia del inicio del club. El hijo de José Miguel Valdivia ‘Corojo’ vuelve del cole y le cuenta a su padre que les han hablado del béisbol, y que si él sabía jugar. De origen cubano, un país donde es casi religión este deporte, Corojo no duda en coger una pelota (y no cualquiera, una bola firmada por la selección de Cuba ganadora de los Juegos de Barcelona 92), y bajar a la calle para pelotear con su hijo.

Amigos y gente de la zona empiezan a reunirse allí por las tardes para jugar, y así empieza una historia que no se podría entender por supuesto sin Corojo, que en estos años se ha sacado todos los títulos de entrenador y es el alma mater del club, y sin las decenas de padres y madres que han hecho suyo el club.

El equipo Sub 11, junto a los padres y amigos, tras conquistar el Campeonato de España en Valencia el pasado mes de octubre.
El equipo Sub 11, junto a los padres y amigos, tras conquistar el Campeonato de España en Valencia el pasado mes de octubre.
D.A.

“En aquellos años yo no trabajaba y tenía tiempo para bajar por las tardes con los chavales. Surgió la idea de proponerlo como actividad extraescolar en el colegio Pirineos Pyrenees, y la amypa lo aceptó. Empezamos con los chicos de 4º y 5º de Primaria, y el crecimiento fue muy rápido”, explica Corojo.

Ya en sus primeros años compitió a nivel nacional junto al Miralbueno de Zaragoza porque todavía no se habían constituído como club, y desde 2016 ya compiten como Club Béisbol Huesca. Y año a año, un crecimiento sostenido, ampliando edades, equipos, acudiendo a congresos, sacando los títulos de entrenador (actualmente el club ya cuenta con cuatro) y haciéndose un hueco en el panorama nacional de este deporte.

Hasta que ha llegado como decimos el mágico 2022, en el que los Sub 11 se han impuesto a los principales clubes del país, con mucha más tradición y medios, y además ganando todos los partidos del torneo. Y los citados Sub 18, el equipo con el que empezó todo, porque son aquellos niños que se juntaron a jugar por las tardes, y que ahora están en la elite nacional juvenil. Además, la Selección de Aragón Sub 21, con muchos de sus componentes del CB Huesca, ganó el año pasado el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas.

Muchos éxitos, que han llevado el nombre de Huesca a sonar en un deporte que hace nada era prácticamente desconocido, pero una reinvindicación que se mantiene y de momento no se resuelve para que este club siga dando pasos adelante.

Y es que la falta de un campo y de instalaciones apropiadas son un hándicap terrible. “Nos prometieron un túnel de bateo en la Ciudad Deportiva a finales del año pasado, pero de momento nada. No tenemos campo, no tenemos nada. Pagamos para poder entrenar en la Ciudad Deportiva sobre tierra pero cuando llueve no es posible. Duele, porque tenemos que improvisar a diario, y es difícil mantener la ilusión cuando tu día a día es así de crudo”, asegura Corojo.

Esta falta de campo, además de el no permitirles entrenar y progresar adecuadamente, ya ha tenido consecuencias aun peores, como son el no poder competir. “No podemos jugar la Liga Norte, la competición absoluta, porque exigen tener campo propio para jugar. Y esa liga es la que nos daría acceso a la División de Honor absoluta, que es lo máximo, pero no podemos, y de hecho tenemos que ceder jugadores al club de Zaragoza, al Miralbueno, para que puedan jugar a esos niveles y no perder la progresión. Desgasta y quema mucho, y eso que tengo que agradecer mucho a mi familia que me deja seguir con esta pasión”.

Corojo, asimismo, se mostraba eufórico por haber conseguido esta Pajarita de Oro. “Es lo máximo, el broche de oro tras un año tan bueno. Ya el estar nominados para nosotros fue mucho, porque es un reconocimiento muy grande en la ciudad, y encima el que fueramos los primeros en las votaciones es un regocijo grande. En el club estamos todos eufóricos y supone la mejor culminación de este gran año”.