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MONTAÑISMO

Ascensión del CER al exigente Pico Borón, en la Sierra de Guara

Pese a su modestia, requiere trepadas por cuerda y clavijas

El grupo del Centro Excursionista Ribagorza, en la cima del Pico Borón.
El grupo del Centro Excursionista Ribagorza, en la cima del Pico Borón.
S.E.

Este domingo, el Centro Excursionista Ribagorza organizó una excursión al Pico Borón, en la Sierra de Guara, en el municipio de Loporzano, en la comarca de La Hoya de Huesca. Aunque su modesta altitud (1.327 metros) pueda hacer pensar lo contrario, la ascensión a esta rocosa montaña, próxima al embalse de Vadiello, entraña una cierta dificultad y grado de exigencia, tanto por el fuerte desnivel en una corta distancia, como por la necesidad de algunas trepadas por cuerda y clavijas en algunos de sus tramos.

Aparcamos cerca de la presa del Embalse de Vadiello presa sobre las 8:30, y en las faldas de los impresionantes Mallos de Ligüerri, iniciamos nuestro recorrido a pie. El sendero empieza en fuerte subida y se acerca a la base de la Peña de San Jorge y el Puro, dos de los mallos más visibles. Nos adentramos enseguida en un boscoso y sombrío barranco en el que, en la denominada Canal, hay que efectuar dos cortas trepadas en sendos tramos equipados con cuerdas y, en uno de ellos, con varias clavijas. Tras superar con éxito la prueba, seguimos ascendiendo hacia el llamado Llano de la Luna. Atravesamos un pequeño bosque y, en los Mallos de Lazas, por terreno rocoso de conglomerado, sin camino muy visible, y disfrutando de bonitas vistas del embalse de Vadiello y del Huevo de San Cosme, fuimos en busca del collado de Ligüerri. Desde el collado, iniciamos una fuerte subida por piedra suelta, con sendas múltiples y a veces confusas, hasta la cima del pico Borón.

Desde la cima, contemplamos magníficas vistas de Guara y del Pirineo nevado más septentrional. Debajo de nosotros, las aguas del río Guatizalema. A nuestra derecha, el Fragineto, el Tozal de Guara y, algo más lejos, el Cabezo. A nuestra izquierda, el Matapaños y los mallos conocidos como los Pepes. Hacia el norte, Monte Perdido, Vignemale y muchos picos más. Tras una parada para descansar y reponer fuerzas, iniciamos el descenso por el mismo itinerario de la subida. Algunos ascendimos a la Punta Ligüerri y conectamos con el grupo de bajada y tres participantes, los más intrépidos y audaces, ataviados con sus arneses, ascendieron a la Peña de San Jorge.

Tras destrepar los tramos de cuerdas y clavijas, regresamos al aparcamiento, al que llegamos en torno a las 13:30 horas. Fueron unos 11 kilómetros, con 850 metros de desnivel acumulado, en los que invertimos, con paradas, unas cinco horas. Un estupendo día de sol y montaña en la Sierra de Guara.