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Fernando Pérez: “No tenemos las prisas de otros sitios y eso influye en el carácter”

Fernando Pérez.
Fernando Pérez.
J. G.

Fernando Pérez es segundo entrenador del Bada Huesca de la Liga Asobal de balonmano desde hace siete años. Nacido en Huesca en 1980, ha vivido siempre en la capital altoaragonesa, salvo un breve paréntesis de dos años en los que estuvo jugando en Soria. Vinculado siempre al Balonmano Huesca, jugó en Primera Nacional y en Plata con el primer equipo. Estudió en el Colegio Pío XII, en el Instituto Sierra de Guara y después estuvo en la Escuela Politécnica en una Ingeniería Técnica Industrial que no concluyó.

El balonmano ha marcado la vida de Fernando Pérez, que siempre, salvo un leve paréntesis, ha vivido en Huesca, donde apenas echa nada de menos.

¿Ser altoaragonés marca carácter?

—No sé si marca carácter o no. Yo soy de Huesca de toda la vida y he vivido casi toda mi vida aquí. Marca en el sentido de que es una ciudad pequeñita y el ritmo de la ciudad es más pausado, te permite ir andando a todos los sitios y no tenemos las prisas que tienen en otros sitios y eso influye en el carácter. Somos más de juntarnos con gente y hablar. Aunque tengamos que hacer alguna cosa, no tenemos problemas en pararnos y coger capazos.

Vives en tu ciudad y dedicado a lo que te gusta. ¿Hubieras salido para dedicarte al balonmano?

—Yo no habría jugado al balonmano si no hubiera un Balonmano Huesca. Comencé con 14 años en el instituto y cuando empezaba el club. Después me fui a jugar fuera y tuve la opción de volver de técnico. De otro modo habría sido complicado. Habría hecho alguna cosa, pero me habría dedicado al balonmano de forma secundaria. No como ahora, que es mi forma de vida y el 80 por ciento de mi tiempo.

Tratáis con mucha gente de fuera, pues la mayoría de los jugadores viene de otros lugares. ¿Cómo ven ellos la ciudad y cómo se van?

—La gente se adapta muy bien porque la gente de Huesca es muy hospitalaria con todo el mundo y trata bien. Se integran muy bien y conocen la ciudad rápidamente. Se marchan con buen sabor de boca y vuelven de fin de semana o de vacaciones.

¿Qué importancia tiene el deporte en Huesca?

—Esta es una ciudad de cincuenta mil habitantes que tenía un equipo en Primera y ahora en Segunda, es decir en la élite del fútbol; un equipo en LEB Oro, ahora en Plata, que sigue siendo espectacular, y en balonmano un equipo que lleva catorce años en la máxima categoría. Y, además, hay equipos de bádminton, de atletismo, de gimnasia rítmica, de patinaje y en la provincia, Jaca con el hockey o Monzón con el atletismo... Es espectacular el rendimiento que se saca a la poca gente que tenemos.

¿En cuanto a cantera es más complicado desde un sitio pequeño?

—Nuestra cantera está teniendo un gran crecimiento. El trabajo de Néstor Oliva y de Lucas Calvo ha sido espectacular. La gente sabe que se trabaja bien desde la base. A nivel de España está muy valorada por la seriedad y los jugadores que van saliendo. Y vemos el Palacio con más gente cada vez. No ganábamos en casa y la gente no ha parado de venir y de animar. Esta contenta por cómo se trabaja. El club y el equipo transmiten trabajo.

Sois un club cercano...

—Tanto el entrenador, José Nolasco, como el presidente, Pachi Giné, o los jugadores son muy cercanos a la gente. En otros deportes se está más separado de la gente. Con nosotros hablan, te comentan cosas tomando un café en un bar y no hay problema. Eso hace que la gente sienta el equipo como propio.

¿Qué necesita Huesca en este momento?

—Lo que más necesita la ciudad son industrias y empresas relativamente grandes. La mayoría de la gente joven tiene que trabajar fuera, en el sector servicios o son funcionarios. Para trabajar en empresas grandes que puedan crecer, la gente tiene que salir. Tenemos una plataforma logística y hay que intentar que vengan empresas.

¿Desde sitios pequeños se puede competir?

—Aquí hay ejemplos que demuestran que desde Huesca se puede competir, como es Podoactiva o Uniqo, que hace piezas en 3D para los mejores triatletas del mundo y son capaces de crecer y ser mejores desde aquí.

La provincia es muy diversa económicamente...

—Hay una zona con más industria y más trabajo en el este, quizá por estar más cerca de Cataluña, donde están trabajando bien las empresas. Después tenemos el turismo con la zona de Benasque, Jaca y el Pirineo, que es lo que más vende. La provincia es espectacular.

¿Qué sitios destacarías turísticamente?

—Tenemos muchos sitios: el castillo de Loarre, pueblos como Alquézar o el Somontano, pero el Pirineo, la montaña y la nieve es lo más importante y no me quiero olvidar de mi pueblo, Rasal. Huesca capital es bonita y desconocida. Pasa desapercibida porque la provincia es más imponente.

¿Qué productos de la zona gustan más a los jugadores que llegan a Huesca?

—Les encanta la repostería, La Paca por ejemplo, y cuando prueban la trenza de Almudévar, les encanta y se las han llevado hasta a Brasil.