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Isaac Nogués: “Estos son los partidos que me gusta jugar”

El alero del Lobe Huesca, máximo recuperador de la LEB Plata, afirma
que el vestuario está tranquilo y con ganas de afrontar los dos últimos partidos

Isaac Nogués está completando una notable temporada en su primer año en Lobe Huesca.
Isaac Nogués está completando una notable temporada en su primer año en Lobe Huesca.
Verónica Lacasa

El final de liga del Lobe Huesca La Magia ha dibujado un escenario en el que, a falta de dos partidos para que finalice la temporada regular, el equipo oscense aspira a clasificarse a puestos de playoff pero no puede dejar de mirar de reojo al descenso de categoría. Pese a ello, el equipo se muestra tranquilo y con ganas de afrontar los encuentros contra La Roda y Zornotza.

Así lo expresa el escolta catalán Isaac Nogués, que ve al vestuario “unido y convencido de ganar los dos partidos” pese a la derrota cosechada contra el Ciudad de Huelva el pasado sábado. “Fue un mal partido en general de todo el equipo, aguantamos por momentos, pero nos superaron tanto físicamente como técnicamente”, expresaba el jugador del Lobe Huesca.

En línea con las declaraciones postpartido de su entrenador, Rafa Sanz, ha restado presión al final de temporada y afirmado que “cada uno se debe poner su propia presión a nivel individual. Particularmente no veo nervios malos, presión negativa, sino jugadores conscientes de lo que está en juego sin pensar en perder o en el descenso”.

A nivel personal, Nogués destaca que estos son los partidos que le gusta jugar, “en los que te juegas algo y sabes que tienes que ganar”. El primero de ellos será contra La Roda (sábado, 19:00), ante un rival que se encuentra en peor situación que los oscenses pero a tan solo una victoria de distancia (8-16).

Sobre el partido de ida, en el que se escapó la victoria del Palacio de los Deportes en la prórroga (83-86), el escolta del Lobe Huesca afirma que “hay que mejorar los errores” y “empezar bien desde el principio”. En aquel encuentro, tras un mal arranque, el conjunto altoaragonés llegó a estar 20 puntos abajo hasta en dos ocasiones (9-29 y 17-37). Pese a una buena segunda mitad, “cuando vas remando todo el rato te puede salir bien o te puede salir mal, y a nosotros nos salió cruz”.

El último de los partidos de la temporada regular será en casa, frente al Zornotza. Para Nogués se trata de otro partido en el que se puede lograr la victoria: “Es un partido que perdimos por no saber gestionar los momentos importantes, que es algo que nos ha pasado a lo largo de la temporada”. Será clave, para él, el apoyo de la afición y la moral que pueda coger el equipo en caso de traer una victoria de Albacete.

“Este fin de semana, por desgracia, no pudimos demostrarlo, pero es algo que hemos hablado entre nosotros y que yo personalmente lo noto mucho. El Palacio cada vez está más lleno, hay más gente animando y notamos la diferencia de jugar en casa”, concluye el escolta catalán en referencia al papel de la afición en el Palacio de los Deportes.

Un año que recordará

A nivel colectivo, las notas de la temporada las determinará la clasificación final. Sin embargo, a nivel personal, Isaac Nogués hace balance de cómo ha sido su primera temporada en Huesca.

“Una temporada en la que me he sentido cómodo, pero algo irregular en determinadas facetas del juego. No estaba acostumbrado a jugar tantos partidos contra rivales tan maduros en su juego”, afirma el joven alero que cumplía 20 años el pasado mes de febrero.

Con mucho que mejorar por delante, Nogués incide en que trabaja mucho las finalizaciones y el tiro, una tarea pendiente del jugador del Lobe Huesca: “Ser buen defensa es una etiqueta que ya llevo conmigo, pero también tengo aspectos del juego defensivo que mejorar, como los cortes”.

Centrado en el final de temporada, el futuro del escolta catalán es todavía una incógnita: “El año que viene no sé donde estaré, no sé donde voy a jugar todavía. Ni lo sé yo, ni mi representante, ya se verá”. Lo que es seguro, es el buen recuerdo que siempre guardará de la capital del alto Aragón, una ciudad en la que se ha sentido “muy acogido y querido por la gente, tanto en la calle como en el campo