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Lobe Huesca, destinado a sufrir en el tramo final

El conjunto peñista ha jugado sobre el alambre las últimas cinco temporadas, una experiencia que debe aprovechar

El conjunto peñista se juega todo en la última jornada ante Zornotza.
El conjunto peñista se juega todo en la última jornada ante Zornotza.
LAURA AYERBE

Los últimos finales de temporada del Lobe Huesca La Magia no están siendo aptos para cardíacos. Tanto esta campaña, como en las cuatro anteriores, el club oscense se ha visto abocado a luchar por la permanencia en las últimas fechas de la competición, una situación poco deseada con la que la afición peñista ha tenido que aprender convivir.

Tras un año ilusionante, la temporada 2019/2020 concluyó de manera precipitada el 6 de marzo debido a la emergencia sanitaria instalada en el país. En ese momento, la racha del equipo hacía pensar en que estaría destinado a sufrir en la recta final de campaña, separado únicamente por una victoria del Oviedo, que marcaba los puestos de descenso. Finalmente, al no poder terminarse el campeonato, la federación decidió que no hubiese descensos de categoría.

El siguiente campeonato liguero volvería a estar marcado por la pandemia. Después de reestructurar los equipos en sus respectivas categorías, la Leb Oro se componía de dos grupos de nueve y diez equipos cada uno. Tras la fase regular, los peñistas quedaron enmarcados en el grupo que pelearía por el descenso, junto a otros ocho conjuntos. Con un calendario atípico, los de Óscar Lata hicieron los deberes ganando los dos últimos encuentros ante Ourense, primero en Galicia y después en el Palacio de los Deportes. Sin embargo, al conjunto gallego le restaban todavía tres partidos y podía provocar el descenso del equipo oscense. Tan solo un triple de Murcia al final de su encuentro en la pista orensana evitó la caída a Leb Plata.

Un descenso que ni Sergio Lamúa ni Carlos Lanau pudieron evitar en la 21/22. De vuelta al formato de grupo único, Lobe Huesca cerró la temporada con un balance de 5-29 sin ninguna opción de permanencia en las últimas jornadas. Aquel año, un 0-7 al inicio y, más tarde, doce derrotas consecutivas dieron al traste con cualquier atisbo de reacción peñista.

La campaña 2022/2023, primera en la tercera categoría del baloncesto nacional, el equipo dirigido por el oscense Santi Cerdán llegó con los deberes hechos a la última jornada de la competición. Pese a ello, con nueve victorias y 17 derrotas, el equipo se quedó tan solo un puesto por encima de los dos que obligaban a jugar el play off de descenso, que ocuparon finalmente L’Hospitalet y Safir Fruits Alginet.

Hasta llegar a la 2023-2024. Tras un inicio de curso con más luces que sombras, el destino del equipo vuelve a ser sufrir hasta el final. La nota positiva es que el conjunto peñista ya sabe a lo que se enfrenta, teniendo experiencia en partidos como el del próximo sábado ante el Zornotza en el que solo le vale ganar.

Última alegría peñista

Hay que remontarse hasta la temporada 2018/2019 para encontrar un final de curso tranquilo. Incluso disfrutable. En ese momento, el equipo oscense completó una gran temporada en Leb Oro (18/16) bajo las órdenes de Guillermo Arenas , llegando a las dos últimas jornadas con opciones reales de jugar el play off de ascenso a la ACB. Sin embargo, Leyma Coruña y Real Valladolid desbarataron el sueño del Palacio de los Deportes.